Gabriel la instó a abrir la boca mordisqueándole el labio inferior hasta
que ella separó los labios con cierta inseguridad, para colarse en su interior
y acariciarla con la lengua. Ella soltó un gemido de lo más erótico y se apretó
más contra él, profundizando el beso. La sangre le rugía con fuerza por todo el
cuerpo, hirviendo de deseo por aquella mujer que se entregaba a él con tanta
pasión e inocencia a partes iguales.
No supo cómo, pero de repente la tenía apoyada en la pared del invernadero
y la capa de la joven había caído al suelo, abandonada. Gabriel la acarició y
el corazón le dio un vuelco cuando se dio cuenta de que no llevaba corsé. La
respiración se le aceleró aún más cuando subió las manos por su cintura hasta
llegar a un pecho, que se acopló perfectamente en la palma de su mano. Isabelle
se estremeció ante su contacto y se separó de su boca para tomar aire, pero él
no le dejó tregua.
No habría podido separarse de ella ni aunque hubiese entrado la mismísima
reina en persona.
Gabriel continuó besando cada centímetro de piel que encontró a su paso,
lamiendo delicadamente la zona del cuello donde latía el pulso desenfrenado de
la joven, respirando su dulce olor a sándalo y jabón. Isabelle jadeaba apretada
entre la pared y su cuerpo, y el marqués se sintió el hombre más afortunado de
todo el maldito planeta solo por el hecho de ser él quien le provocara esas
sensaciones. Le mordisqueó la oreja, como aquella noche en la biblioteca, y la
sujetó más fuerte cuando notó que le flaqueaban las piernas. No podía culparla;
él tenía que contenerse para no caer de rodillas, rendido ante ella.
—Gabriel… —suspiró contra su cuello con la voz entrecortada.
Maldita fuera por hacerlo arder con tan solo pronunciar su nombre.
Debía devolverle el favor, por supuesto.
La cogió en volandas y la tumbó en uno de los sofás del invernadero. Ella
reprimió un grito de sorpresa y se sujetó a sus brazos cuando él se abalanzó
sobre ella. Mirándola desde arriba, jadeante y ruborizada, pensó en lo mucho
que deseaba enterrarse en ella, saber qué sentiría al hacerla suya. Pero no
podía hacer eso.
Todavía no.
Le quitó los guantes y los tiró al suelo de cualquier manera. Ante la
mirada interrogativa de Isabelle, Gabriel sonrió y se inclinó sobre ella.
—Quiero sentirte sin restricciones, mi reina —le dijo antes de volver a
besarla, acariciando su sedosa y dulce piel con todo lo que tenía a su alcance;
la boca, las manos… Sí, sin duda ella era una reina digna de ser protegida por
todo un escuadrón de trebejos.
Y él quería ser su más fiel súbdito.
Mientras seguía besándola, le desató el vestido y, tras bajar la camisola
que había debajo, dejó a la vista un redondo y firme pecho que reclamaba
atenciones a gritos. Le acarició el pezón antes de pellizcárselo suavemente y
la satisfacción lo inundó cuando la oyó jadear y notó que le clavaba las uñas
en los brazos.
—¿Quieres que te bese ahí? —le susurró al oído mientras seguía torturando
la turgente punta con los dedos.
—Por favor, Gabriel… —respondió ella, suplicando algo que ni se atrevía a
imaginar.
—Tus deseos son órdenes.
Lamió y mordisqueó el pecho femenino, entregándose para darle placer.
Quería hacerlo eternamente.
Dejó de torturar su pecho y volvió a poseer la boca de la joven, quien le
respondió con el mismo ímpetu. Se sentía arder, su erección clamaba por salir
de los pantalones, pero se obligó a detenerse. No quería ir tan lejos, no
quería asustarla.
No sería justo para ella.
Antes debía conseguir una promesa más sólida.
—Cásate conmigo —dijo sin pensar, mordisqueándole la barbilla.
Jaque al lord – Carol S. Brown
NO MIRO! que este lo tengo y quiero sorprenderme jajaja así no sabré cuando llega el beso xD
ResponderEliminarVaya pedazo escena ^^ el libro lo tengo en mi lista de deseos jiji
ResponderEliminarBesos
¡Hola! =)
ResponderEliminarGracias por la escena, no conocía el libro :P
Un abrazo ^^
Me ENCANTAN <3
ResponderEliminarEste libro es maravilloso, de mis favoritos de la autora.
Ay quiero leer los libros de la autora!!! la escena muy intensa
ResponderEliminarUn beso!
No conozco esta autora,hay que cambiarlo ❤
ResponderEliminar¡Vaya escena...!
ResponderEliminarUn beso.
hola
ResponderEliminarpues quiero leer este libro este mes asi que me has dejado un bonito aperitivo
Besotesssssssssssssss
Hola!!
ResponderEliminarNo he leido este libro, pero es una escena perfecta!!
Besos