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viernes, 3 de febrero de 2017

Besos de libro #134 Once escándalos para enamorar a un duque



- Mentirosa. -Susurró la palabra, con voz grave y resonante en el pesado aire matinal. Tiró del mechón de cabello, atrayéndola hacia él hasta que ambos quedaron a escasos centímetros el uno del otro.
Juliana abrió la boca para coger aire, atrayendo su atención.
Y cuando Simon vio aquellos labios embriagadores ligeramente abiertos, reclamándolo, no pudo resistirse. Ni siquiera lo intentó.
Sabe como la primavera.
El pensamiento estalló dentro de él al rozar los labios de Juliana con los suyos, levantar las manos para acoger con ellas sus mejillas, ladearle ligeramente la cabeza para acceder mejor a ella. Tuvo la sensación de que susurraba su nombre… un sonido terso, susurrante e increíblemente embriagador. La atrajo más hacia él, presionándola con su cuerpo. Ella no opuso resistencia, se contoneaba pegada a él como si supiera lo que deseaba antes incluso que él.
Y tal vez lo sabía.
Simon le recorrió el carnoso labio inferior con la lengua, y cuando la oyó jadear, no esperó más: volvió a tomar su boca, a jugar con su lengua, a no pensar en nada más que no fuera ella. Y entonces ella le devolvió el beso, reproduciendo sus movimientos, y Simon se dejó llevar por la sensación. Las manos de Juliana recorrieron sus brazos con tortuosa lentitud hasta que finalmente alcanzaron su cuello, sus dedos juguetearon con su cabello, la suavidad de sus labios y los enloquecedores, maravillosos sonidos que brotaban de su garganta cuando él la reclamaba.
Y era una reclamación primitiva y perversa.
Juliana se pegó más a él, y al notar el volumen de sus pechos presionándole la parte superior del suyo, sintió una oleada de placer. La besó con más ímpetu y deslizó las manos por su espalda para acercar su cuerpo a donde más la deseaba. Los pantalones de montar le permitían una movilidad que las faldas le hubieran negado, y le recorrió con la palma de la mano su largo y glorioso muslo, levantándole la pierna hasta acunar su palpitante extremidad en su cálido núcleo.
Simon interrumpió el beso con un suave gruñido y Juliana se meció pegada a su cuerpo con un ritmo que inflamó su deseo.
- Es una hechicera. -En aquel momento no era más que un joven inocente intentando descubrir por primera vez qué se esconde bajo una falda, el deseo, la excitación y algo mucho más básico, que colisionaba en su interior en un tumulto de sensaciones.
Deseaba que se tendiera completamente desnuda allí mismo, en el sendero de tierras en el centro de Hyde Park, sin importarle que alguien pudiera verlos.
Cogió el suave lóbulo de su oreja entre los dientes, tanteando la tierna carne que lo conformaba, hasta que ella gritó alto y claro:
- ¡Simon!

Once escándalos para enamorar a un duqueSarah MacLean


9 comentarios:

  1. Hola! Estos libros también los quería leer pero de momento me ha sido imposible. El fragmento me ha gustado mucho, me dan más ganas de leerlo, jejeje.
    Besos!

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  2. Admito que no es mi libro favorito de esta serie (para mi, como el primero, el de Nueve reglas..., ninguno!) pero tiene algo especial esta autora que hace que te enganches a sus páginas y no puedas soltarlas hasta finalizar el libro.
    Besos !

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  3. Hola!!!

    Me ha gustado mucho el fragmento que nos compartiste así que me llevo anotado el libro a ver si me animo a leerlo. Saludos.

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  4. Hola guapa!
    Me gusta mucho el beso que has puesto, la verdad que no he leído nada de esta autora pero le tengo ganas. Besotes

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  5. Tengo que leer éste libro, lo tengo pendiente hace mucho y la escena me ha encantado.
    Besos!

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  6. ¡Hola!
    Tengo este libro pendiente desde hace tiempo y con ese fragmento me han dado ganas de ponerme ya con él.
    un beso^^

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  7. Hace poco lei la reseña del libro y, por lo que veo, no defrauda respecto al romanticismo. Besos!!

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  8. Un cachito de novela que me ha gustado

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  9. Hola Neftis otro beso, sí va a tener razón Neus estás muy besucona últimamente será el efecto Ash :) pues está bien este beso con sabor a primavera, gracias por compartir.

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