COMENTARISTAS

viernes, 27 de marzo de 2020

Besos de libro #279 Cómplices (III)



—¿Qué se supone que estás haciendo? —preguntó.
—Rendirme a ese poder que tienes sobre mí —respondió, al tiempo que se inclinaba para acceder a su boca.
Le dio un beso lento, dejándole probar la humedad de sus labios. Sabía a vino y a deseo prohibido, y era embriagador. Sofía gimió quedamente y él introdujo la lengua despacio, para darle una caricia suave antes de retirarse y comenzar a adorar sus mejillas. Mientras una mano se había parado a mitad del muslo, la otra acariciaba su cuello, su clavícula y subía hasta su cabello mojado, para introducir los dedos y rozar la cabeza ligeramente con las uñas, cerca de su nuca. No habría podido resistirse ni aunque lo hubiera deseado. Julen sabía tocarla en los lugares precisos para que su cuerpo se derritiera y su voluntad se evaporara.
Él se apretó un poco más contra su cuerpo, pero le pareció que aún estaba demasiado lejos. Su lengua comenzó a juguetear cerca de su oído; sus dientes pellizcaban con delicadeza la piel sensible del cuello y le provocaban un estremecimiento. De repente la mano sobre su muslo parecía arder, y sintió una necesidad feroz de que la moviera, así que decidió tomar la iniciativa y puso la suya encima, para empujarla un poco más arriba. La risa ronca de Julen vibró en su oído; giró la mano y le sujetó la muñeca. Sofía sintió la piel helada cuando la separó.
—Estese quieta, señoga Mágques —le dijo, imitando el desquiciante acento francés y el tono autoritario del agente Allard del aeropuerto de Lyon. Si no hubiera estado tan excitada en ese momento, le habría dado una bofetada por traerle a la memoria un episodio tan humillante—. Si querías mandar, haber empezado tú el juego —le ronroneó cerca de la boca.
—¿Se trata de un juego? —jadeó ella cuando Julen puso de nuevo la mano sobre su pierna y empezó a moverla con lentos círculos ascendentes.
—Uno que puede ser maravilloso dependiendo de con quién se juegue —respondió.
Sin darle opción a replicar, volvió a besarla. Sus lenguas se enredaron abrasadoramente en un ritmo pausado y ardiente lleno de promesas.

CómplicesEstefanía Jiménez

 photo 34fd7a51-3c8a-424f-aaaf-16546c7ad2a6_zpsdaed94d2.jpg

5 comentarios:

  1. Gracias por dar voz a mis Cómplices una vez más 😍

    ResponderEliminar
  2. Qué ganas tengo de leer a esta autora.
    Besos

    ResponderEliminar
  3. hola,
    no he leído este libro, mirare a ver si lo tengo apuntado.
    Gracias por el fragmento
    Besotesssssssssss
    #yomequedoencasa

    ResponderEliminar
  4. Buenas!
    No he leído el libro pero me ha encantado el fragmento ^^
    Gracias <3

    ResponderEliminar
  5. Momentazooooo, gracias por compartirlo =)

    ResponderEliminar

Los comentarios aparecerán después de la moderación. Déjame uno para saber qué te ha parecido la entrada. Gracias por tu contribución con la que cree este blog. Por favor, no hagas SPAM ni pongas enlaces a tu blog. Si me dejas un comentario te lo devuelvo en el tuyo. Nadie está solo no se hace responsable de los comentarios vertidos por los usuarios, tampoco de los enlaces externos que puedan dejar.