Todo el lateral de nuestros
cuerpos se están tocando: hombros, codos, caderas, muslos… todo, hasta llegar a
nuestros pies. Puedo sentir cada pequeño movimiento que hace.
–Me estás matando –dice sin
aliento.
–Lo siento.
Me aparto un paso, pero él
me agarra por el codo y me hace girar para mirarlo. Ahora toda la parte
delantera de nuestros cuerpos se está tocando. Tomo aire bruscamente cuando un
calor me recorre. Xander me hace retroceder contra la encimera. Su palma me
presiona la parte inferior de la espalda, y me siento como si fuera a marcarme
a fuego la huella en la piel.
Estoy mirando fijamente con
tanta atención como puedo el cuello de su camiseta.
–¿Caymen?
–¿Sí?
–Pareces aterrorizada.
¿Esto te da miedo?
–Más que nada.
–¿Por qué?
–Porque no he traído
caramelos de menta.
–Y ahora la respuesta real…
–Porque tengo miedo de que,
una vez que me consigas, se acabe el juego.
No puedo creer que haya
admitido eso en voz alta cuando ni siquiera me lo había admitido a mí misma.
Pero me ha pillado. Xander siempre me pilla.
Su dedo recorre mi pómulo,
y el corazón me golpea las costillas mientras los nervios que van desde mi
mejilla hasta mi brazo cobran vida como si estuvieran zumbando.
–No me había dado cuenta de
que estuviéramos jugando a ningún juego –dice.
Sonrío. Esa fue la misma
frase que utilizó en nuestro segundo encuentro. Lo miro y, como si eso fuera
todo lo que estuviera esperando, sus labios se encuentran con los míos. Cuando
se tocan, me siento electrificada. Me besa con suavidad, y sus labios son tan
cálidos como mi mano.
Justo cuando estoy a punto
de iniciar el modo de ataque, oigo que Skye se aclara la garganta.
–Voy a por mi chocolate
caliente y enseguida me largo –dice–. Ya te devolveré la taza otro día.
Me aparto y trato de
empujar a Xander, pues no quiero ser maleducada, pero él no se mueve. Skye me
dirige una sonrisa de «así me gusta», y me doy cuenta de que no se siente
ofendida en absoluto.
–Ya la llevaré yo a casa
–dice Xander sin apartar la mirada de mí. Tiene los ojos en llamas. Los dos
escuchamos mientras Skye sale de la cocina, y entonces él me agarra por la
cintura y me sube a la encimera. Envuelvo mis piernas y brazos a su alrededor y presiono sus labios con los
míos. La acción es más intensa esta vez, y mi necesidad más obvia.
Él me responde y su lengua
se encuentra con la mía, y sus manos me acercan tanto como es posible. Sabe
bien, como a chocolate salado. Dejo que mis manos exploren su espalda a través
de su camiseta. Encuentro su columna vertebral y recorro cada vértebra. Una
oleada de emociones inunda mi cuerpo, y me siento sorprendida cuando lo que me abruma es una
intensa tristeza. La emoción que he estado reprimiendo con éxito durante toda
la noche.
Hola guapa!
ResponderEliminarNo he leído el libro, pero me gusta el beso que has puesto de él. Besotes
Hola! Este libro me gustó mucho. Lástima del final que para mi fue demasiado rápido todo. El fragmento genial, me encanta.
ResponderEliminarBesos!
Hola =)
ResponderEliminar¡Qué chula esta sección! Me gusta, me gusta =D
Nos leemos.
¡Feliz Navidad!
Guau!! vaya beso, la escena está genial aunque no he leido el libro. Besos!
ResponderEliminarNo Long leído. Gracias por el fragmento
ResponderEliminarWow! Jeje
ResponderEliminarUn besin
Hola Neftis ya veo que entre estos dos hay bastante pasión, muy intenso el beso, no me importaría conocer más de la historia. Gracias por compartir.
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