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viernes, 17 de marzo de 2017

Besos de libro #140 Todas las estrellas son para ti (II)



Iba a entrar cuando él lo apostó todo a una sola carta.
No lo había pensado.
De ser así jamás lo habría hecho.
Simplemente tiró de ella y la besó.
La besó.
Ella recibió sus labios con sorpresa, sin saber qué hacer.
Las manos de Pedro se apoyaron en su cintura, pegándola suavemente a su cuerpo, mientras su lengua, lenta y sin descanso, iba abriendo cada capa de su intimidad, a la espera de que ella lo apartara en cualquier momento, lo abofeteara y le dijera que todo había acabado para siempre entre ellos dos.
Pero no fue así.
Inés al principio fue reacia, quizá debido al desconcierto. Pero aquella forma  de  besarla,  de  acariciarla,  encendió  algo  en  ella  que  apenas recordaba. Cuando pasó los brazos por los hombros de Pedro, y su lengua hizo el primer movimiento sobre sus labios, él ahogó un gemido y de una zancada, arrastrándola a ella consigo, entró en la habitación cerrando la puerta a su espalda.
A partir de ahí todo fue una confusión, abrazos, gemidos y besos.
Pedro  le  quitó  la  blusa  para  después  arrancarse  la  camiseta  con  la proeza de apenas dejar de besarla. Ella trasteó con sus pantalones. Él con su sujetador. Los botos volaron por el aire, junto con la ropa interior.
Cuando ella rozó con los dedos su excitación, Pedro creyó volverse loco. Desnudos se abrazaron, recorriendo con las manos, con la lengua, cada recuerdo de sus cuerpos.
–Déjame mirarte –dijo él en algún momento, apartándose para saborear el espectáculo espléndido de su piel.
En la playa apenas lo había vislumbrado. Ahora era solo para él, para devorarlo, para jugar hasta que quedara exhausto. Inés le permitió poco tiempo de descanso, pues se sentía hambrienta de lo que una vez fueron. Se arrojó de nuevo a sus labios, y ambos rodaron sobre la cama.
Lo que Inés había imaginado, lo que había vislumbrado en la arena, lo comprobaron  ahora  sus  dedos.  Pedro  era  más  fuerte  que  antes.  Cada músculo marcado bajo la piel. Había cicatrices que no recordaba, y aquel canal inguinal que tanto le gustaba era ahora más acusado.
Las caricias, los besos, dieron paso a suspiros ahogados que hablaban de  urgencia.  Esta  vez  él  no  le  pidió  permiso,  como  aquella  primera, siendo apenas unos muchachos. Esta vez, tras protegerse, entró en ella con maestría, con experiencia, sabiendo lo que hacía.
Inés lo recibió con un gemido ahogado, excitado, mientras ajustaba las caderas para facilitarle la labor. Era como si su cuerpo recordara, ansiara aquellas manos, aquella manera de amarla, de exprimirle cada gota de placer.
Pasaron los segundos y los minutos. Sus cuerpos se acoplaban de mil maneras,  como  si  recuperaran  poco  a  poco  una  memoria  tan  apagada como anhelada. Un movimiento frenético que se volvía pausado, delicado casi, para volver a encabritarse hasta la extenuación.
Como Pedro había pretendido, ambos llegaron juntos al mismo lugar, un océano de placer que los ahogó dulcemente, como si se mecieran con una nana.
Aun dentro de ella, sudando y tembloroso a causa del orgasmo que acababa de experimentar, Pedro la miró a los ojos, y comprendió que lo que acababan de hacer solo había conseguido una cosa: separarlos.


Todas las estrellas son para tiJ. de la Rosa


8 comentarios:

  1. Hola! Ayys no he podido leerlo aun. A ver si dentro de poco por fin puedo ponerme con él. Gracias por compartir este fragmento!!
    Besos!

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  2. Hola guapa!
    Tengo este libro pendiente de leer, me ha encantado el beso. Besotes

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  3. Tengo ganas de leer este libro y la verdad es que me ha encantado el fragmento que nos has presentado =D ¡Esta entrada cada día me gusta más!

    Un beso ^^

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  4. Hola!!!

    No conocía el libro pero este fragmento me ha encantado así que veré si puedo conseguirlo para darle una oportunidad. Saludos.

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  5. La verdad es que no conozco el libro pero creo que no es de los que me suelen gustar.
    Besos^^

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  6. ¡Holaa!
    No conocía el libro, pero con ese beso tan bonito seguro que es muy interesante, voy a informarme un poco sobre él y a ver si lo leo.
    ¡Un besoo!

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  7. Hola! no conocía el libro pero con esto me has tentado. Muy bonito!!!

    un beso

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