Se miraron fijamente, con
la respiración entrecortada por el esfuerzo de la persecución, temblando bajo
la lluvia que seguía cayendo sobre ellos fría como el hielo.
—¿Quieres matarme, eh,
quieres matarme? —le preguntó, furiosa—. ¿Eso es lo que quieres?
Nathan apretó los puños,
intentando controlar el acceso de ira que sufría. Con Abby perdía el control,
en todos los sentidos; su mente dejaba de funcionar con claridad. ¡Había
disparado su arco contra ella! ¿Cómo podía haberse descontrolado de esa manera?
Porque una parte de él quería matarla, lo deseaba. Quería que desapareciera
para dejar de sentirse así.
Las nubes comenzaron a
arremolinarse sobre ellos en forma de espiral. En el centro un cono empezaba a
tomar forma como si de un momento a otro un tornado fuera a descender. Ninguno
pareció darse cuenta de lo que estaban provocando.
—¿No tienes bastante con
odiarme como lo haces? —inquirió Abby con la cara completamente roja por la
rabia.
—¿Odiarte? —replicó Nathan
con la misma ira, dejó escapar una risa desquiciada—. No hay nada en este mundo
que desee más. Lo intento desde el primer día que te vi, con todas mis fuerzas.
Quiero odiarte, necesito odiarte... —Hizo una pausa para tomar aire, su corazón
latía aceleradamente. De repente su expresión se tornó más feroz—. Pero no lo
consigo.
Se lanzó hacia delante, la
tomó del rostro sin darle tiempo a reaccionar y la besó, guiándose solo por
puro instinto y necesidad. Durante un instante Abby se resistió. Con los puños
entre su pecho y el de él intentó separarse, pero una llama se encendió en su
vientre, sus labios se abrieron con un temblor y deslizó las manos por su torso
hasta la espalda. Nathan la rodeó con los brazos y sus besos aumentaron de
intensidad.
(…)
—¿Qué hay entre tú y él?
—preguntó muy serio.
—Nada —respondió sin
aliento.
Nathan la contempló, bajó
la vista un segundo, como si meditara la respuesta, y volvió a contemplarla con
atención. Abby le sostuvo la mirada y tragó saliva; se lamió las gotas de
lluvia de su labio inferior. Él desvió la vista a ese punto mientras su pecho
subía y bajaba, cerró los ojos un instante, dio media y vuelta y se alejó
desapareciendo entre la espesura.
Hola! Este libro no lo he leído pero si tengo ganas de hacerlo. Muchas gracias por compartir este fragmento.
ResponderEliminarBesos!
aiiss me muero por conseguirlo <3
ResponderEliminarUffff!!Este fue mi primer contacto con María, y no pudo ser mejor!! Gracias por traernos un trocito!
ResponderEliminarBesos y buen finde guapa!
Gran fragmento :3
ResponderEliminargracias por compartirlo ^^
¡¡Saludos y Besos!!
Una de mis escenas favoritas ♥ Muy romántico!!!!
ResponderEliminarUn beso
Hola Neftis me ha encantado la escena de este beso, vaya pasión entre estos dos, muy intenso :) gracias por compartir.
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