Melocotón loco - Megan Maxwell

 

Sinopsis

Ana y Nekane regentan un estudio de fotografía en el casco antiguo de Madrid. Un día se declara un incendio en su edificio y, aunque están acostumbradas a trabajar con modelos
de lo más glamurosos, no pueden dejar de sorprenderse ante aquellos valerosos «machomanes» vestidos de azul que no se preocupan porque su pelo se encrespe ni sus manos se ensucien. Cuando el objetivo de la cámara de Ana se centra en Rodrigo, su corazón le indica que ya nada volverá a ser igual. Él se da cuenta de la forma embobada en que lo está mirando y, a pesar de que no le gusta, inician una extraña amistad. Todo se complica cuando Ana descubre que está embarazada y Nekane la anima a que cumpla su fantasía sexual con el bombero antes de que la barriga, las estrías y los vómitos matinales se manifiesten y lo espanten. Pero una mentira de Ana a sus padres ocasionará un sinfín de enredos y situaciones alucinantes que a Rodrigo lo dejarán sin habla.
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¡Qué alegría volver a leer un libro de Megan Maxwell de los que me gustan!

Empecé este libro con mucho miedo y sin expectativas después de los batacazos que supusieron para mí los de la trilogía de Pídeme y su spin-off. Acabé odiando profundamente a esos protagonistas.

Pero en este libro volvemos a encontrar la narrativa pre-Pídeme de Megan con una historia muy en su estilo, con sus protagonistas cabezones y unos secundarios de lujo que clava en todos sus libros, sobre todo con las personas mayores. Los abueletes le salen muy entrañables y jodíos, los puñeteros.

Pero, aunque me ha gustado bastante y me lo he pasado muy bien con la lectura, no todo me ha gustado. Hay un par de cosillas que no me han hecho mucho tilín. Una de ellas es la manía de poner las letras de las canciones en mitad de un párrafo o una conversación (y este no es un mal que afecte solo a Megan Maxwell, por desgracia se está extendiendo por muchos escritores). Todas estas letras de canciones me las salto porque si me gustan ya me las sé y si no me gustan no pierdo en tiempo leyendo eso.

Y la otra cosa que tampoco me ha gustado es la reiteración de expresiones tipo “tras + verbo”, “pero, vamos a ver” o “por lo tanto”. Esto es algo que debería pulir un poquito porque puede llegar a cansar y ser molesto.

Pero, vamos a ver señora Megan tras escribir tantos libros los vicios se pegan por lo tanto a innovar.

Y después de esta rajada con la que puede parecer que el libro no me ha gustado, en realidad la lectura me ha dejado bastante satisfecha y eso que Rodrigo (el bombero) no va a ser uno de mis protagonistas favoritos por todo lo que le hace pasar a Ana. Claro que luego…

Neka está como una cabra y me ha caído genial y como amiga de Ana no tiene precio. Y Encarna, ¿qué puedo decir de ese personaje sino que simplemente no tiene desperdicio?

Libro entretenido y muy recomendable para pasar unos ratos de risas muy agradables sin mayores complicaciones.