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viernes, 19 de mayo de 2017

Besos de libro #148 Tiempo de promesas (II)



Jimena rodeó el cuello del conde con los brazos para sostenerse, apretando su cuerpo joven contra cada protuberancia y sintiendo que un calor abrasador comenzaba a deshacerle las entrañas ante aquella dulce humedad que mordisqueaba sus labios.
Fue cuando él decidió que la delicadeza se había acabado, con un gruñido encendido, cercó su cintura y la mantuvo inmóvil, pidiendo paso con una profunda embestida de su lengua.
Los ojos de Jimena se abrieron desmesurados por la sorpresa, instantes antes de que un lánguido gemido se le escapara. Tenía la espalda arqueada y los pechos comprimidos, no había ni una sola porción de piel que no estuviera pegada al cuerpo de su prometido. Aquello no era un beso, era un acoso y derribo en toda regla. Un asedio sin paliativos por el que perdió sus temores, su confusión y parte de su alma.
Un desconocido instinto despertó para decirle que podía dejarse llevar por él. Abrió la boca lentamente, acogiendo en su interior la exquisita rugosidad de aquella lengua y moviendo la suya con timidez.
El hombre pareció muy complacido por aquella reacción. La apretó con más fuerza. Quería prolongar en instante hasta el infinito, pero el sentido común de Jimena regresó  de golpe.
No tuvo dificultad en apartarle para poder recuperar un ritmo adecuado de respiración. Aturdida, desconcertada y demasiado consternada como para comprender lo que acababa de sucederle, se tocó los labios, como si así pudiera borrar todo rastro de aquel beso.
-¿Qué habéis hecho? –exclamó, a un paso de echarse a llorar por su debilidad.
-Sosiégate. –El conde apoyó una mano en su mejilla, creyendo que los escalofríos se debían al miedo-. No pretendía asustarte.
-Entonces, ¿qué pretendíais?
-Exactamente lo que he conseguido. –Deslizó la boca hasta su oído. Jimena escuchó su respiración agitada y espesa-. Ahora sé, sin ninguna duda, que no te desagrado. Jimena, mi preciosa Jimena… Cuánto he ansiado tenerte así, dulce y dispuesta –musitó, tomando su rostro para obligarla a mirarle-. A partir de este momento, nada un nadie logrará separarnos.
Rozó de nuevo sus labios, pero ella se apartó. Si no lo hacía, el cuerpo la traicionaría, y  la mente… ¿En qué andaba su mente para permitirle actuar de ese modo? ¡Tenía que decir algo que rompiera el hechizo! ¡Rápido!
-Vuestra barba. Es muy áspera.
-Eso tiene fácil arreglo.
No. aquella no había sido la frase más adecuada. Jimena inclinó la cabeza y retrocedió.
-Pero haréis pensado que soy una…
-Una mujer. Sin más adornos –la interrumpió él, con un susurro lleno de intensidad-. Mía.
-Vuestro comportamiento ha sido inapropiado –le regañó, con tan poca convicción que provocó una carcajada-. Me habéis arrancado un… beso.
-¡¡Martín!!! ¡Don Hernán y sus hermanos nos esperan! ¿Se puede saber que estás haciendo ahí arriba?
El sueño en el que Jimena había estado flotando desapareció, para estamparla contra el suelo de la realidad al escuchar aquella voz. Demasiado confundida y perpleja como para reaccionar adecuadamente, miró hacia el patio de armas para ver a un hombre que hacia señas al que había creído su prometido.
-¿Martín? –preguntó-. ¡¿Martín?!
El respondió con una leve inclinación de cabeza. Le vio alejarse para acudir a la llamada, pero todavía pudo escuchar con claridad sus últimas palabras.
-Me propongo arrancarte mucho más que un beso, niña. Tenlo presente.


Tiempo de promesasElena Garquin

7 comentarios:

  1. Hola! Quiero leer este libro en unos meses y ya por fin estrenarme con esta autora que tanto me llama. Este besos de libro me ha gustado mucho.
    Besos!

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  2. Y menudo beso, jajajaja!! Mil gracias guapísima!!!

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  3. ¡Hola!
    Madre mía...si ya tenía ganas de este libro, con este fragmento me has dejado con unas ganas enormes!! Jajaja. Que buen fragmento...me encanta!! 😍

    Un saludo!!

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  4. Hola!! Me encantó la pluma de la autora!!
    Besitos :D

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  5. Con esta escena me meaba jajaja y ella pensando ¿como que Martin? xD

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  6. No conocía el libro, gracias por la escena :P

    Un abrazo =)

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  7. Hola guapa!
    Fantástico beso, aunque en esta ocasión no he leído el libro, pero pinta genial.

    Besotes!

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