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viernes, 21 de octubre de 2016

Besos de libro #121 El encanto del cuervo (II)



—¿Qué hacemos aquí? —Soltó la pregunta sin dar más vueltas.
—Es un sitio tranquilo.
—¿Para qué?
Él se irguió y dio un par de pasos hacia ella, devorándola con la mirada. Abby no se movió y dejó que se acercara. El instinto la urgía a salir corriendo, pero estaba atrapada bajo aquellos ojos negros, ahora a apenas unos centímetros de los suyos.
—Para hablar sobre ese beso. Ayer abrimos una puerta muy peligrosa y desde entonces solo pienso en una cosa —dijo Nathan en tono áspero. Alzó la mano y le acarició la mejilla con el dorso de la mano. La deslizó hasta su cuello—. Necesito saber si merece la pena cruzarla.
—¿Por qué? —preguntó ella en apenas un susurro. Notaba su cálido aliento en el rostro y le costaba concentrarse, alucinada por el efecto que él tenía sobre ella.
Nathan se inclinó sobre ella y con la otra mano la obligó a echar la cabeza hacia atrás para que lo mirara a los ojos.
—Porque tengo mucho que perder —respondió con el pulso acelerado.
—No eres el único que perdería —dijo Abby, consciente de lo mucho que estaba declarando con aquella frase, y de que le estaba dando pie a continuar más allá.
—Por eso mismo debo estar seguro antes de arriesgarme.
—¿Arriesgarte a qué?
Él esbozó una sonrisa que dibujó hoyuelos en su cara, una sonrisa oscura y sugerente.
—A dejarte entrar en mi vida.
—¿Y si yo no te quiero en la mía? —jadeó ella.
—Un adiós bastará —susurró, y sin obedecer a otra cosa que a su deseo, la besó.
Tras el impacto inicial, la sensación de sorpresa por el estremecimiento, ambos respondieron con avidez. El beso se tornó vehemente, hambriento. Ella enredó los dedos en su pelo y él la sujetó por la cintura pegándola a su cuerpo, nada le parecía suficientemente cerca. Sus manos se deslizaron por debajo de su camiseta siguiendo el camino que marcaba su columna.
Abby hizo otro tanto y le rozó el estómago. Tuvo una sensación ardiente y familiar cuando él deslizó la mano a través de su cadera, por dentro de su pantalón. Volvió en sí con un jadeo agónico, todo estaba sucediendo demasiado rápido.

El encanto del cuervoMaría Martínez

10 comentarios:

  1. Hola! Este libro tampoco lo he leído pero no creo que tarde mucho en hacerlo. El fragmento que compartes me ha encantado.
    Besos!

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  2. Por momentos así merece la pena leer =)

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  3. Hola^^
    Me ha gustado el beso, muchas gracias por compartirlo.
    un besote!

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  4. Hola guapa!
    No se si leeré el libro, pero el beso me ha gustado. Besotes

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  5. Esta sección es una tentación jajaja Dan ganas de leerse todos los libros *-*
    Al menos este ya lo tenía pendiente. ¡Gracias por compartirlo! <3

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  6. ¡Hola!
    Me ha gustado mucho la escena ^^ Todavía no he leído la novela, pero creo que cuando acabe con sus últimas novedades (de la autora), posiblemente me ponga :)
    Un beso

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  7. Hola!! Creo que este libro no es para mi, pero gracias por compartir esta escena!
    Saludos ^^

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  8. Me encanta esta autora y no he leído este libro, pero después de este fragmento me ha dado mucha curiosidad.

    Un beso ^^

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  9. Hola¡¡ No conocía este libro pero parece interesante. Me lo llevo apuntado. Un besito¡¡

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  10. Hola Neftis muy interesante ese beso que lleva a otro beso y luego a otro beso, ja ja es lo que pasa que cuando empiezas es difícil parar ja ja me encanta esta sección. Gracias por compartir.

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