COMENTARISTAS

martes, 31 de marzo de 2020

IMM (84) Marzo'20



Muy buenas a todos. Como estamos terminando el mes, hoy ultimo día, toca hacer balance de lo que ha llegado a mis estanterías con el IMM del mes de marzo. No pensaba que iban a ser tantos y menos con el encierro obligatorio. Hadi Bakalim.

  • Solo nosotros de Silvia Sancho publicado por Phoebe
  • Solo tres citas de Victoria Vílchez publicado por Titania

La llave de Blake de Sandra Andrés publicado por Del nuevo extremo

  • El aroma de los libros de Desi Icardi publicado por ADN
  • El fin de la historia de Sarah Dessen publicado por Harper Collins juvenil
  • Si te atreves, ámame de Olga Salar publicado por Harper Collins Ibérica

La librera y el ladrón de Oliver Espinosa publicado por Planeta


Este mes ha vuelto a caer otro funko. No me he podido remediar, pero fue verlo y traérmelo a casa. También me he comprado dos marcapáginas magnéticos que son muy monos y que tenéis en la foto de familia.

Y eso es todo por este mes que ha sido mucho más de lo que esperaba.
¿Cómo ha sido vuestro mes recolector?
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lunes, 30 de marzo de 2020

Entrevistando a... #18 Carol S. Brown



Muy buenas a todos. Hoy tenemos como invitada en la sección ‘Entrevistando a’ a Carol S. Brown que ha tenido la amabilidad de contestar a las preguntas que le he mandado. Os dejo con ella. Que disfrutéis con ella.

¿Quién es Carol S. Brown?

Hola 😊 Soy Carol, tengo 25 años y nací en un pueblo de Alicante, aunque ahora vivo en Barcelona. Me gusta viajar, leer (por supuesto XD), y escribir cómo mis personajes se enamoran, entre otras cosas.

¿Escribes y/o trabajas?

Ambas. Trabajo en una editorial y, además, hago malabares para encontrar tiempo para escribir.

¿Cuáles son tus aficiones?

Como decía antes: leer, viajar, cocinar, pintar… Ver muchas series jajaja

¿Cuándo empezó tu interés por los libros? Tanto como lectora como escritora.

Como lectora, desde bien pequeña. Mi madre es una lectora empedernida y he crecido entre libros. Ella se encargaba de leerme cuentos todas las noches hasta que fui capaz de leerlos sola. No recuerdo una época en la que no tuviera un libro en la mano.

En cuanto a la escritura, tenía mis relatillos cortos cuando era adolescente, pero no intenté escribir una novela hasta los 17 o 18.

Como lectora, ¿qué tipo de historia buscas cuando te acercas a un libro?

Leo variado. Romántica histórica, por supuesto. Pero también contemporánea, novela negra, histórica, clásicos, fantasía… Me gustan casi todos los géneros, así que busco algo que me atrape, me emocione, que haya una historia de amor bonita y me tenga en vilo. Sabes que estás leyendo un buen libro cuando no dejas de pensar en el tiempo que te queda para poder cogerlo de nuevo.

¿Qué fue lo que te decidió por escribir tu primer libro?

Admito que escribir una novela me parecía un mundo. Fue una amiga mía la que me dio el empujón. Ella también escribía y me animó a intentarlo. Entonces, de repente, tuve una idea que era demasiado larga como para ser un relato. Así que me lancé a la piscina. Y hasta hoy. 


¿Cómo es el proceso de creación en tu caso? ¿Es antes la historia o son los personajes?

Depende. Normalmente llegan antes los personajes, como fue en el caso de los Daventry, de Jaque al lord. De hecho, tengo a medias un proyecto de fantasía (#ProyectoVisión) en el que, literalmente, soñé con los seis personajes principales y, a partir de ellos, monté la historia.

¿Desde que surge la idea para una historia sabes cómo va a acabar? ¿Planificas tus libros o vas improvisando sobre la marcha?

Improviso. Soy totalmente brújula. Cuando intento montar una escaleta, jamás la sigo tal cual. Simplemente los personajes hacen lo que les da la gana. Pero es divertido y me siento cómoda con ello. Nunca sabes qué pasará.

¿Te inspiras en alguien a la hora de crear a tus personajes o son creación totalmente tuya?

No son míos al 100%, pues suelo coger algún rasgo característico de gente cercana a mí y aplicarlo en el personaje. Quitando eso, son creación mía en su totalidad. Trato de ponerlos en distintas situaciones para crear su personalidad: ¿Qué haría Gwen Daventry si entrase a una cafetería moderna y alguien le tirase el té encima? Pues enfadarse mucho y cantarle las cuarenta a la pobre persona que hay sido. Con toda probabilidad conseguiría que la invitasen a merendar jajaja

¿Tienes algún sitio, hora o manía a la hora de sentarte a escribir?

Suelo escribir en el sofá, con el portátil encima. Es donde suelo estar más cómoda. La hora suele ser por la tarde o por la noche. Y debo tener la libreta correspondiente al manuscrito cerquita. Ahí es donde apunto todo.

¿Qué se siente cuando entras en una librería y ves tus libros colocados en las estanterías para que la gente pueda comprarlo?

Vértigo. Todavía no me lo termino de creer. ¿Realmente mi historia está ahí? Pero es una sensación muy bonita al mismo tiempo.

¿Qué es lo más bonito que te han dicho de tus libros? ¿Y la crítica más negativa?

Me encanta cuando alguien me escribe y me dice que le ha encantado la historia o que está esperando con ansia el siguiente libro. Me emociona. En cuanto a las críticas negativas, intento no leerlas por salud mental. Es evidente que no le puedes gustar a todo el mundo, pero, para mí, una crítica negativa es aquella que se hace para hacer daño. Una crítica constructiva tiene mucho más valor para mí, y trato de aprender de ellas. A las negativas no vale la pena darles bombo.

¿Cómo conseguiste que te publicaran tu primer libro?

Envié una propuesta a la editorial, que tenía abierta la recepción de manuscritos.

Tienes varios libros publicados con distintas editoriales, ¿cómo te decides por editorial a la hora de mandar el libro en cuestión?

En el caso de Romantic Ediciones, me presenté a su certamen y salí finalista. Así que diría que ellas se decidieron por mí y han tratado mis historias de maravilla (¡Mil gracias!). En el caso de Kiwi, me pareció una editorial que adoraba la romántica y trataba genial a sus autoras y autores. Así que decidí probar suerte cuando abrieron la recepción de manuscritos, pues pensé que Jaque al lord encajaría en el catálogo. Y mi editora me fichó (¡Gracias, Teresa!).


¿Te ves autopublicando?

No descarto nada, aunque no en un futuro cercano. Ahora los Daventry me tienen muy ocupada jajaja

Cuéntanos un poquito cómo surgió la idea para ‘Jaque al lord’ y ‘Alas de cristal’. ¿Habrá más partes?

Puedo decir con seguridad que los Daventry me salvaron. Los cinco hermanos entraron en mi vida como un tornado cuando pasaba por un bloqueo escritoril inmenso. No sé cuánto tiempo estuve sin poder escribir una palabra, pero no estaba pasando por un buen momento personal y nada fluía. Solo me apetecía leer, por alguna razón, los libros de la Hermandad de la Daga Negra (¡Gracias, Ward!).

Y todavía me acuerdo como si fuera ayer. Una tarde de verano estaba con mis padres viendo la TV y, de repente, aparecieron como un flash. Cinco hermanos: alborotadores, competitivos y divertidos. Una madre que quiere casarlos a cualquier precio. Una cotilla que lo sabe todo. El ajedrez. Y Gabriel, Sophie, Simon, Gwen y Michael saludaron, se sentaron en el sofá de mi mente y ahí siguen. Creo que nunca he escrito con tanto fervor como cuando aparecieron ellos.

Y habrá más partes. De hecho, estoy trabajando en el tercer libro. Mi intención es que cada hermano tenga su historia.

Una cosa que siempre me pica la curiosidad es el tema de los nombres de los personajes. En tu caso, ¿cómo los bautizas? ¿De dónde surgen sus nombres?

Suelo mirar webs tipo «Nombres de la era victoriana» o «Nombres de bebés de origen inglés». Pero hay tres excepciones: Will, de El renacer de Gabrielle, se llama así por William Herondale (Cazadores de sombras), uno de los mayores amores literarios que he tenido jamás.

Gabriel Daventry, por otro lado, se llama así en honor al protagonista de Nueve reglas que romper para conquistar a un granuja, de Sarah MacLean, una de las autoras que hizo que me enamorara de la romántica histórica. Y Sophie se llama así por mi sobrina, Sofía.

¿Tienes algún proyecto a la vista?

Tengo muchos en la cola, pero los Daventry están los primeros de la lista. Estoy inmersa en la historia del siguiente hermano.

¿Tienes personas de confianza a las que le das a leer en primicia tus libros para que te den opinión antes de mandarlos a ninguna editorial?

Sí, por supuesto. Por un lado, mi madre, que lleva tantos libros a sus espaldas que confío mucho en su opinión. Luego tengo a mi hermana y a mis amigas, Helena y Lara, que son mis principales críticas. Después, dependiendo de la temática busco a lectores que cojan el libro y me ayuden con la documentación. Por ejemplo, mi amiga Lourdes, que es músico, me ayudó muchísimo con toda la parte musical de Alas de cristal.

¿Cómo ves el panorama editorial ahora en España?

Es difícil hacerse ver por la gran oferta que hay, pero me alegra ver que están surgiendo voces, sobre todo femeninas, que son una maravilla.

Déjenos usted todas sus redes sociales para que podamos acosarla bien.

Twitter: @CarolS_Brown
Instragram: carols__b

Para terminar la entrevista, ¿algún mensaje para tus seguidores/lectores?

Muchísimas gracias por todo el cariño y amor que le dais a mis historias. Sois geniales.

Muchas gracias por tu tiempo, y por ofrecerme la oportunidad de entrevistarte.


¡Gracias a ti por contar conmigo! 😊


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viernes, 27 de marzo de 2020

Besos de libro #279 Cómplices (III)



—¿Qué se supone que estás haciendo? —preguntó.
—Rendirme a ese poder que tienes sobre mí —respondió, al tiempo que se inclinaba para acceder a su boca.
Le dio un beso lento, dejándole probar la humedad de sus labios. Sabía a vino y a deseo prohibido, y era embriagador. Sofía gimió quedamente y él introdujo la lengua despacio, para darle una caricia suave antes de retirarse y comenzar a adorar sus mejillas. Mientras una mano se había parado a mitad del muslo, la otra acariciaba su cuello, su clavícula y subía hasta su cabello mojado, para introducir los dedos y rozar la cabeza ligeramente con las uñas, cerca de su nuca. No habría podido resistirse ni aunque lo hubiera deseado. Julen sabía tocarla en los lugares precisos para que su cuerpo se derritiera y su voluntad se evaporara.
Él se apretó un poco más contra su cuerpo, pero le pareció que aún estaba demasiado lejos. Su lengua comenzó a juguetear cerca de su oído; sus dientes pellizcaban con delicadeza la piel sensible del cuello y le provocaban un estremecimiento. De repente la mano sobre su muslo parecía arder, y sintió una necesidad feroz de que la moviera, así que decidió tomar la iniciativa y puso la suya encima, para empujarla un poco más arriba. La risa ronca de Julen vibró en su oído; giró la mano y le sujetó la muñeca. Sofía sintió la piel helada cuando la separó.
—Estese quieta, señoga Mágques —le dijo, imitando el desquiciante acento francés y el tono autoritario del agente Allard del aeropuerto de Lyon. Si no hubiera estado tan excitada en ese momento, le habría dado una bofetada por traerle a la memoria un episodio tan humillante—. Si querías mandar, haber empezado tú el juego —le ronroneó cerca de la boca.
—¿Se trata de un juego? —jadeó ella cuando Julen puso de nuevo la mano sobre su pierna y empezó a moverla con lentos círculos ascendentes.
—Uno que puede ser maravilloso dependiendo de con quién se juegue —respondió.
Sin darle opción a replicar, volvió a besarla. Sus lenguas se enredaron abrasadoramente en un ritmo pausado y ardiente lleno de promesas.

CómplicesEstefanía Jiménez

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miércoles, 25 de marzo de 2020

El incienso de los espíritus - Victoria Álvarez


Sinopsis
Cuando la primavera de 1924 llega a Nueva York, Helena Lennox y los suyos siguen intentando rehacer sus vidas tras lo acontecido en Nápoles... hasta que un encargo del Museo Británico les ofrece la posibilidad de cerrar heridas.
En su mansión de Tokio, los Matsudaira los esperan para trasladar al museo parte de su colección artística. Lo que Helena aún no sabe es que la familia cuenta con unos poderosos enemigos: alguien los quiere muertos a toda costa y los Lennox se hallan peligrosamente cerca de su objetivo.
Muy pronto descubrirán que la frontera que los separa del mundo de los muertos es más difusa de lo que creían, y el legendario incienso de los espíritus, capaz de traer a nuestra dimensión a quienes ya han partido, se convertirá en una obsesión tan tentadora como peligrosa. Al fin y al cabo, puede que no todos estén preparados para afrontar las despedidas.
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Después del final del libro anterior de la trilogía, tenía muchas ganas de leer la continuación y conclusión para poder conocer el desenlace de las memorias de Helena Lennox y su familia.

Este es el tercer libro, y último de la trilogía, con el que la autora, Victoria Álvarez, cierra tramas y le da un final a cada personaje. Y el más largo de los tres también.

El incienso de los espíritus vuelve a estar narrado en primera persona y en pasado por nuestra intrépida Helena, ya que sigue contándole sus memorias a Ruth.

En esta ocasión viajaremos a Japón previo paso por el Nueva York de los locos años veinte (del siglo XX) y viviremos múltiples aventuras con ella y su inseparable Arshad.

Me ha gustado mucho cómo se compenetran, la relación que existe entre ellos dos, como se entienden con solo mirarse y el amor que se tienen. Es una relación en la que han saltado chispas desde el primer encuentro y en la que mantienen la química durante los tres libros.

Algo que me ha gustado menos es lo desaparecido que esta gran parte del libro Lionel. Esta hundido en su pesar y eso lo hace estar muy eclipsado, aunque no sea el protagonista, que no es de estos libros. Pero es mi ojito derecho de los personajes de Victoria Álvarez.

Me he pasado gran parte del libro echando de menos a otro personaje que al final del segundo libro hace una salida espectacular y que me parece muy necesario por el juego que da. Cuando, por fin, llega es como si las cosas avanzaran y fluyeran de una forma más rápida. Como si discurrieran con más facilidad.

Tanto la ambientación como la descripción de vestuarios, lugares y personas están en su justa medida para meternos en la trama del libro, pero sin ser excesivos ni aburridos. He viajado con los protagonistas alla por donde ellos iban.

Una cosa que me ha llamado la atención es que en ningún momento de los tres libros se menciona a Veronica, la sobrina de sobrina de Alexander Quills. Verónica tuvo su relevancia en la trilogía anterior y bastante relación con Lionel y aquí no ha hecho acto de aparición ni en mención.

El incienso de los espíritus es un cierre de trilogía muy digno, que me ha tenido enganchada toda la lectura y que me ha gustado mucho, sobre todo por el carácter de Helena que, al final, siempre logra lo que quiere y se propone, aunque tenga que pasar por infinidad de vicisitudes.

¿Lo conocíais?
¿Lo habéis leído? ¿Os llama la atención?
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Otras reseñas de la autora en el blog:


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lunes, 23 de marzo de 2020

En serie #29 Drácula


Título original: Dracula
Año: 2020
Duración: 270 min.
País: Reino Unido
Dirección: Mark Gatiss (Creator), Steven Moffat (Creator), Paul McGuigan, Jonny Campbell, Damon Thomas
Guion: Mark Gatiss, Steven Moffat (Novela: Bram Stoker)
Música: David Arnold, Michael Price
Fotografía: Tony Slater Ling
Reparto: Claes Bang, Dolly Wells, John Heffernan, Joanna Scanlan, Morfydd Clark, Sacha Dhawan, Mark Gatiss, Jonathan Aris, Clive Russell, Catherine Schell, Nathan Stewart-Jarrett, Tim Ingall, Youssef Kerkour, Lujza Richter, Samuel Blenkin, Dilyana Bouklieva, Paul Brennen, Andrew Byron, Lily Dodsworth-Evans, Phil Dunster, Anthony Flanagan, Rob Horrocks, Anthony Kaye, Abdulla Majid, John McCrea, Sarah Niles, Sofia Oxenham, Natasha Radski, Joakim Skarli, Veronica Stanwell, Alec Utgoff, Patrick Walshe McBride, Cat White, Lydia West
Productora: Hartswood Films / British Broadcasting Corporation (BBC) / Netflix. Distribuida por BBC One / Netflix
Sinopsis
Miniserie de TV de 3 episodios inspirada en el personaje de Bram Stoker, el conde Drácula, que viaja de Transilvania a Londres para saciar su sed de sangre.
Trailer

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No entraba en mis planes ver esta serie, pero en cuanto me enteré que era de los mismos productores de Sherlock ni me lo pensé porque ya no tenía dudas de que la vería.

No suele llamarme mucho la atención este personaje, aunque he visto series de vampiros como The Vampire Diaries. Porque los vampiros en general no me hacen mucha gracia que digamos.

Si en su momento seguí temporada tras temporada TVD no fue por la temática precisamente y sí por uno de los personajes. E incluso así llegó un momento en que me cansé, pero la acabé por cerrar un capítulo de series en mi vida seriéfila. Y porque le dieron un final que fuera acertado o no ya es otro tema.


Pero vamos a la serie de la que os quiero hablar hoy que es Drácula, que me voy por las ramas. Drácula es una mini serie de solo tres capítulos que se podrían considerar como películas independientes, aunque hay que ver la serie al completo para entenderla en su totalidad. Se pueden considerar películas no solo por la duración de cada episodio sino también por el tratamiento que le han dado a la puesta en escena, los guiones y las actuaciones de los actores.
Cada episodio tiene una duración de más de hora y media y hay películas que duran menos. La serie arranca con un interrogatorio en un convento por parte de una monja a un hombre que se ha escapado del castillo del Conde Drácula.

El personaje de la monja es buenísimo. Me ha gustado mucho el desparpajo y la forma directa de ser que tiene. Como dice las cosas a la cara sin miramientos y sin esconderse. Y no es para menos ya que es una Van Helsin.


El personaje de Drácula también está muy bien logrado. El actor se mete en su piel y nos regala un papel que a gusto ver haciéndonos creer que es Drácula en persona.

Cada capítulo tiene una localización distinta. El tercero, incluso, algo más y ahí lo dejo porque llegar al final del segundo episodio fue una total sorpresa y no me pude resistir a ver el tercero.

Pero es que estos productores son muy dados a hacer este tipo de jugarretas con los espectadores dándonos giros de guion en el último suspiro del capítulo. Y si no lo sabéis es porque no habéis visto aun la serie Sherlock y no sé qué hacéis sin verla.

Drácula es una miniserie que me ha gustado y sorprendido a partes iguales. Se ve prácticamente del tirón, aunque los episodios sean un poco más largos de una serie normal (pero son más cortos que los de las series turcas de las que soy fan)

¿La conocíais?
¿La habéis visto o entra en vuestros planes?
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viernes, 20 de marzo de 2020

Besos de libro #278 Un mes para seducir a una dama



El señor Miller hizo una reverencia teatral con la que le cedía el paso y ella se agarró la falda del vestido, con cierta inquietud, antes de girarse. Bordearon la casa por el jardín y, justo al pasar por una zona con una pequeña arboleda, él tiró de ella y la apoyó contra un árbol.
—No aguanto más.
No hubo más palabras, no tuvo tiempo de protestar. Tampoco quiso hacerlo. La boca del señor Miller atrapó la suya y devoró sus labios con tanta lujuria que sintió que iba a desmayarse, pero no, no lo haría. Notó que se estremecía y que le hacían cosquillas zonas de su cuerpo que nunca habría imaginado. No sabía que podía besarse así, con ese ímpetu. Se dejó guiar. Él aplastó el torso contra su busto y algo desconocido se desató en su interior. Podía sentir todo su cuerpo en tensión y no quiso que se alejara. Rodeó su cuello con los brazos y movió la cabeza por instinto, lo que permitió que él profundizara más el beso. Escuchó unos leves gemidos, como si sonaran dentro de su cabeza, y tardó en comprender que era ella misma quien los emitía.
La vergüenza la abandonó y, protegida por el tronco del árbol, se apretó contra aquel pecho duro, aplastó sus senos en él y enredó sus manos en aquel espeso cabello que alguna vez había soñado con acariciar. Con renuencia, él separó sus labios para observarla, como si le diera la opción de escapar. Ella miró su boca; quizás se había vuelto loca, pero quería repetir aquel contacto.
—Hágalo de nuevo, por favor —suplicó sobre sus labios.
—¿Le ha gustado? —La atormentó al preguntarle, pero no le importó responder si con ello continuaba.
—Me ha encantado.
Volvió a besarla y a apretarse contra ella. Esa vez, Becca sintió cierta dureza contra su pelvis. No era una completa ignorante, y apreció lo que jamás había percibido de la anatomía masculina. Su cuerpo, con vida propia, se rozó con él como si fuese una descarada.
La lengua del señor Miller seguía torturándola y llevándola a una cota de excitación que desconocía. Se separó muy alterada.
—¡Dios mío! Esto no está bien.
—Ha dicho que le gustaba.
—¡No sea atrevido!
Debía dar un paso y alejarse, pero, en vez de eso, se lanzó de nuevo a aquella boca pecaminosa que le había hecho perder el sentido común. El señor Miller pasó a otro nivel, entonces. Sintió cómo su mano exploraba en una leve caricia el suave montículo de uno de sus senos, y apretó en el lugar exacto, donde sabía que se erigía su pezón ansioso de atenciones.
Becca notó a Patrick acelerado, sintió cómo le cubría de besos la mandíbula y el cuello, y descendía hasta enterrar la boca en su pecho. No supo cómo, pero él había encontrado el modo de bajar el escote de su vestido y liberar sus senos. Cuando notó la lengua en aquella tierna piel, creyó morir y soltó un hondo jadeo. Él la calmó. Chistó para que no gritara, y luego sopló sobre cada uno de su picos rosados y enhiestos para engullirlos después por turnos como si fuera un hambriento. Desvergonzada, apretó su cabeza contra su pecho.
—¡Ay, Dios mío!
—Di mi nombre —le pidió, pasando a tutearla por primera vez.
—Patrick… Patrick —repitió con jadeos entrecortados. El fuego de su cuerpo era cada vez más elevado.
El señor Miller volvió a apoderarse de su boca y notó cómo sus manos expertas cerraban el escote de su vestido. Cuando por fin se separaron sintió que era otra persona.
—No imaginas cuánto te deseo —dijo él con los ojos chispeantes.
Por un segundo no supo qué decir, le avergonzó su comportamiento y su propio deseo de él, de más.
—Esto no está bien, pueden descubrirnos... somos amigos.
No dejó que él replicara, que le dijera una palabra más que nublara su pensamiento. Salió corriendo hacia la casa. Dio casi una vuelta y así dejó que reposara su alterado corazón. Al entrar en la salita azul, Emily tocaba una pieza al piano. Se sentó junto a Rose y contempló la escena como si en su pecho no tuviera lugar una batalla de emociones.
Los caballeros y el señor Miller se sumaron a los pocos minutos y rezó todas las oraciones que sabía para que nadie descubriera qué había pasado entre ellos dos.

Un mes para seducir a una damaDiane Howards


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miércoles, 18 de marzo de 2020

La última oportunidad de la señorita Grenfell - Sandra Bree


Sinopsis
Edith Grenfell, hija de un coronel retirado, ha estado prometida en matrimonio hasta hace unos meses. Sir Reag se ha casado con otra. Lejos de deprimirse, la joven intenta continuar con su vida de siempre. Pero entonces aparece Jack Faner. Un hombre guapo y descarado que ha venido al pintoresco pueblo de Minstrel Valley en busca de venganza.
Los motivos y la actitud de ese hombre resultan fascinantes, y aunque Edith no confía mucho en él, su corazón le dice otra cosa.
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Un mes más he vuelto a este pueblecito inglés de Minstrel Valley para poder leer la historia de otra pareja que habitan en él.


En esta ocasión le toca el turno a Edith, a la que ya conocimos en libros anteriores y que tiene una participación muy activa en la historia de Derek y Daphne. Ya allí fue un personaje que me llamó la atención y que me gustó, así que cuando le tocó de protagonista me alegre mucho.

Como partenaire para Edith tenemos a Jack Faner, una persona ruda y descarada que no está acostumbrado a las reglas de etiqueta y que llega a Minstrel Valley buscando una cosa, pero encuentra otra.

El principio del libro me ha recordado mucho la novela mexicana ‘Corazón salvaje’, aquella de Juan del Diablo. No sé si la recordareis (la de la foto). Y esa novela me gustó mucho en su momento, por lo que encontrarme aquí un argumento parecido ha sido un aliciente más para leer el libro prácticamente del tirón.

Edith es una chica fuerte, con carácter y con sus propias ideas y a la que no le gusta que le tengan lástima por el fallido compromiso. Es ella la que propicia toda la trama de este libro y tiene una parte muy activa. Me ha gustado mucho como lucha por su futuro y por dejar de ser la comidilla del pueblo.

Por otro lado, está Jack, que comienza siendo el villano a batir, pero poco a poco, según lo vamos conociendo, se va metiendo en nuestro corazón.

Este me ha parecido el libro más corto de lo que va de serie y con este ya van 10. Me lo he leído en un par de viajes de autobús. Engancha mucho y la historia entre los dos protagonistas me ha gustado. No quiero contar mucho más porque al ser tan corto podría destripar mucho más de lo que ya he contado.

La última oportunidad de la señorita Grenfell ha sido un libro de lectura muy rápida con una historia muy bonita entre los protagonistas que parecen los polos opuestos pero que se atraen sin remisión.

¿Lo conocíais?
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Otros libros de la serie:

Un conde sin corazón -Nuria Rivera
Un mes para seducir a uan dama - Diane Howards
Un pretendiente para la señorita Bowler - Ana F. Malory
La accidentada boda de Lord Mersett - Alexandra Black
Conquistando a Lord Wesley - Elizabeth Urián

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