Sinopsis
Dicen que lo
importante es participar… Sí, claro, eso que se lo digan a una patinadora de
élite. Para Mariya Vilamarín, llegar a lo más alto del podio es un sueño
inalcanzable. Y lo peor es que la persona que la derrota una y otra vez es su
propia hermana. Compaginar los estudios con una carrera deportiva, una madre
exigente y esa rivalidad fraternal es una misión imposible. Por eso, cuando se
le presenta la oportunidad de entrenar en otro país, Mariya decide dar un salto
al vacío y compartir pista con estrellas de su deporte. Quizás alguno de sus
nuevos compañeros pueda ayudarla a brillar con luz propia… Pero para triunfar
patinando tienes que sacrificar tu vida por el hielo. Y cuidado: un solo desliz
puede cambiarlo todo.
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Cuando supe de este
libro, Hielo y plata, y vi su portada, preciosa portada, lo metí en la lista de deseos y me lo compré
en cuanto llegó a la librería. No tengo que decir que ha sido un libro que ha
esperado muy poco para ser leído porque le tenía muchas, muchas ganas.
Hielo y plata me ha
encantado. Así sin más. Lo he disfrutado muchísimo a pesar de los padecimientos
de la protagonista, pero es que se centra en el patinaje artístico.
Ya había leído otros
libros anteriormente de esta temática como Tan solo un segundo de Virginia S.
McKenzie o los cuatro libros de las aventuras de Sarah de Susanna Herrero. Pero
se centraban más en las relaciones de los personajes que en el patinaje, aunque
el libro de Virginia vivimos entrenamientos y competiciones.
En el libro de Alena
Pons, que repito que me ha encantado (no me voy a cansar de decirlo) el
protagonista es el patinaje artístico. Se nota que la autora sabe de lo que
habla (escribe en este caso) porque hace descripciones de piruetas y saltos de
forma que son casi visuales.
Alguna de las piruetas
no sabía cuáles eran hasta que me fui a internet y las busque y, claro, que las
había visto anteriormente. Lo que pasaba era que no sabía cómo se llamaban. Además
de disfrutar con la lectura de este libro, he aprendido muchísimo no solo de
patinaje sino también de los entresijos de los entrenamientos y de las
competiciones. Es decir, del mundo del patinaje. Y eso también me ha gustado
mucho.
Hielo y plata está
narrado por Mariya, nuestra protagonista, en primera persona y en presente. Que
este escrito en presente un libro casi siempre les resta puntos a mis lecturas,
pero en este caso no me ha importado. Es más, casi no me he dado cuenta de
ello.
Es una lectura muy ágil
porque al final de cada capítulo (que no son muy largos) hay entradas a blogs
de patinaje, charts de whatsapp, comentarios a fotos de Instagram, YouTube o
las retransmisiones de las competiciones. Estas páginas van en negro en el
libro para diferenciarlas (un poco mas) de los capítulos narrados por Ari.
Hablando de Mariya, es
un personaje que me ha gustado mucho, por su forma de luchar por lo que quiere
incluso con muchas cosas en contra. Es valiente y decidida. Y sobre todo muy
constante. Sabe lo que quiere y lo que le hace feliz y va a por ello. Y lo que más
le gusta es estar sobre el hielo con unos patines haciendo piruetas y saltos.
He sufrido con ella, me
he indignado y me he enfadado por todo lo que le pasa, pero también he
disfrutado con sus logros, cada vez que le salía una pirueta o un salto de más
dificultad de la que se supone en la categoría que tienen las patinadoras.
Alrededor de Mariya, o
Ari, hay personajes de todos los tipos. Uno de los que más me ha gustado ha
sido Pablo junto con Julia. A Jared le han faltado unas páginas más para que me
encariñe del todo con él, pero también me ha gustado… a ratos.
En el otro lado está la
madre de Mariya que es una señora un poco especial y ahí lo voy a dejar porque
no quiero hacer spoilers de la historia (que tenéis que leer si os gusta el
patinaje. Con la hermana de Ari, Nastya, tiene sus más y sus menos. Y yo con
ella. Lo que está claro que esta familia no es muy normal que digamos.
Solo he patinado dos
veces en mi vida sobre hielo, por lo que sé lo difícil que es este deporte. Es una
pena que en España tenga tan poca repercusión, aunque últimamente y gracias a
Javier Fernández haya tenido un poco más de relevancia. Con esto quiero decir
que sé muy bien el mérito que tienen estos deportistas y que se merecen mucho
mas reconocimiento.
Hielo y plata ha sido
una lectura que he disfrutado mucho, que me ha enganchado desde el principio y
con el que he podido vivir el mundo del patinaje artístico desde dentro,
pudiendo conocer los padecimientos de los patinadores para llegar a ser de la élite.
Es el primer libro que leo de Alena Pons y de seguro que no será el último
porque meto a esta autora dentro de mis favoritas de la que espero poder leer
muy pronto más para ella.
¿Lo conocíais?
¿Lo habéis leído? ¿Os
llama la atención?
Contadme