Muy buenas, gentecilla guapa.
Hoy, como podéis ver por el título de la entada, nos toca la sección Entrevistando
a… para este mes he tenido el placer de poder contar con Carol RZ, que es
correctora profesional de autoras tan conocidas como Kris L. Jordan, Analí
Sangar, Sara Halley…, entre otras. Es un amor de persona, superencantadora. Os
dejo con ella para que la conozcáis.
¿Quién es Carol RZ?
Una soñadora que cree en los finales
felices, que piensa que detrás de cada persona hay alguien bueno. Una apasionada
de los libros que sería feliz encerrada en una biblioteca. Una loca de la
música que se pasa el día bailando por la casa. Una mamá de tres enanos a los
que quiero con todo mi corazón. Una mujer enamorada de su marido y de la vida.
Cuéntanos un poco cómo es tu día
a día.
Una locura. Cuando trabajas en casa y
tienes niños, es difícil organizarse. Suelo madrugar mucho. Y cuando digo
mucho, me refiero a que me levanto entre las 5 y las 6. Aprovecho el silencio
de la casa y que los enanos duermen para comenzar la jornada laboral. Hasta que
llega la hora de levantarlos para ir al cole. El resto del día transcurre entre
trabajo, casa, niños, deberes, gimnasio… A veces siento que vivo en la peli de Atrapado
en el tiempo, ja, ja, ja.
¿Cuándo empezó tu interés por los libros?
No empezó en un momento en concreto.
Siempre me ha gustado leer. Recuerdo unas navidades, siendo muy pequeña (no
debía tener más de seis años), que protesté como la que más porque los Reyes
Magos me habían traído una muñeca (a mi parecer feísima) y no le veía la
utilidad. Solté un «hubiera preferido un libro» y ahí lo dejé. Al año
siguiente, había un libro debajo del árbol, y así ha sido desde entonces.
Unos años después, nos mudamos. En
pleno verano. Casa nueva, ciudad nueva… y sin amigos hasta que empezara el
colegio. Ahí fue cuando verdaderamente me enganché a todo tipo de libros.
Comencé a devorar todos los volúmenes que tenían mis padres en casa, desde
Shakespeare, pasando por Umberto Eco hasta Robin Cook. Y un día descubrí la
romántica de la mano de Johanna Lindsey y su novela El amor del pirata,
y fue mi perdición. Creo que he leído todas sus novelas y las de Kathleen
Woodwiss, dos grandes de este género.
Desde entonces, no ha habido un solo
momento en mi vida en el que no me recuerde con un libro entre las manos.
Como lectora, ¿qué tipo de
historia buscas cuando te acercas a un libro?
En un libro solo busco que me atrape.
Me da igual el género. Cuando empiezo a leer, quiero sentirme parte de la
novela. Quiero vivir otras vidas, quiero conocer otros mundos, quiero dejar
volar mi mente. Creo que eso es lo bonito de leer, sentir que puedes ser
cualquier persona y vivir mil aventuras.
¿Cuáles son
tus aficiones? ¿Qué tipo de música te
gusta?
¿Puedo contestar leer? Ja, ja, ja. Pero
es que es cierto, me encanta. Aunque obviamente me gustan más cosas. Como
cocinar, y adoro la repostería, pero engorda mucho, así que últimamente me hago
la loca cuando mis hijos me piden que prepare alguna tarta. Si me tuviera que
decantar por un género musical no podría, escucho de todo, aunque adoro a Bon
Jovi. Me encanta el cine y cuando descubrí las plataformas de streaming
se abrió un mundo para mí.
Estudió usted biología (como
Ana Obregón), pero se dedica a la
corrección de novelas. ¿Qué le llevó a decantarse por lo segundo?
¿En serio me estás hablando de usted?
No me hagas sentir mayor, que tengo treinta y siete años. Soy una chavalita
todavía, ja, ja, ja. Ana Obregón… No sabes la de veces que me han dicho eso
cuando he comentado que estudié biología. En fin, pasapalabra.
Hace unos años dejé de trabajar para
dedicarme a mi familia. Pero soy un culillo de mal asiento y no puedo estar sin
hacer nada. Y no es que cuidar la casa y los niños sea moco de pavo, es que
necesitaba hacer algo fuera de esa rutina. Ya estaba muy metida en el mundo
literario, iba a eventos y tenía relación con muchas escritoras, con algunas
incluso amistad. Y fueron mis amigas, que sabían lo que me gustaba de verdad,
las que me animaron a dar el paso. Me dijeron que probara, que no tenía nada
que perder y sí mucho que ganar. Así que me formé como correctora y me lancé a
la aventura. Quiero aprovechar para dar las gracias a Kris L. Jordan y a su
marido, Jose, porque ellos fueron los primeros que creyeron en mí, los primeros
que me dieron una oportunidad y los que me han abierto las puertas. Nunca podré
agradecerles lo suficiente todo lo que han hecho y hacen por mí.
¿Es necesario tener algún tipo de estudios para trabajar de
correctora?
¿Se necesita estudiar para ser médico,
profesor o policía? Para todo hace falta una formación, incluso para ser cajero
en un supermercado. Para ser corrector, también. Y al igual que un médico,
nunca terminas de saberlo todo. La lengua es algo vivo, cambia, se adapta a los
tiempos, y siempre hay cosas nuevas que aprender. Es algo que me encanta. Para
mí, un día no ha sido productivo si no he aprendido algo nuevo, por nimio que
sea.
¿Hay mucho intrusismo en este
campo?
Hasta donde yo sé por lo que me
comentan, hay personas que se lanzan a corregir porque se les daba bien la
asignatura de lengua cuando estudiaban. Y oye, que me parece fantástico que
quieran abrirse camino en esto, es una profesión preciosa, pero no es
suficiente con esos conocimientos. Hay que formarse e informarse. Preguntad a
otros correctores si estáis interesados en dedicaros a esto y no sabéis por
dónde empezar, pero no os tiréis a la piscina tal cual, puede que el agua que
tiene no sea suficiente para amortiguar la caída. Sé que los cursos para
formarse como corrector son caros, pero son necesarios y merece la pena la
inversión.
¿Tienes algún sitio, hora o manía a la hora de sentarte a corregir?
El sitio depende. Si estoy sola con el
pequeño (aún no va al cole), estoy en el salón. Así puedo estar con él pero
trabajar al mismo tiempo. Cuando llega el resto de la familia cambio de
escenario, necesito concentrarme, así que me encierro en mi habitación. La
única manía que tengo es que necesito tener mis agendas y mis libros de
consulta al lado.
Trabajas tanto con autor@s
autopublicad@s como con editorial, ¿es igual el trabajo en ambos casos?
No. Con los autopublicados disfruto
cada página, cada letra de forma diferente. Porque puedo hablar con ellos
directamente de la novela. Si hay algo que no me cuadra o una frase que no
entiendo, lo hablamos, y en el proceso nos conocemos y estrechamos lazos. Con
la editorial es diferente porque no tienes ese contacto con el autor. Ojo,
diferente, pero no peor porque con quien hablas es con el editor, a quien
terminas cogiendo el mismo cariño que a un autor.
¿Cómo es el proceso de
corrección? ¿Primero te lees el libro en cuestión y luego vas capítulo a capítulo
o lo haces por partes? Coméntanos un poco, a grandes rasgos, cual es el trabajo
de corrector.
El cometido del corrector es que cuando
el libro llegue al lector, lo haga de la mejor forma posible para que pueda
disfrutar de su lectura sin interrupciones.
Desde la primera página es importante
tener un cuaderno al lado para tomar notas. Y créeme, lo utilizas. Lo normal es
corregir el libro entero, pero soy un poco antisistema ja, ja, ja. Con mis
autores autopublicados trabajo por bloques de capítulos. Así tenemos contacto
diario, podemos comentar distintos aspectos del libro y a ellos se les hace más
amena la revisión de las galeradas.
¿Qué es lo mejor y lo peor de
este mundillo?
Lo mejor sin duda es la gente que estoy
conociendo. Y lo peor… las envidias, los malos rollos. Creo que somos todos
mayorcitos como para andarnos con tonterías de patio de colegio. Por si alguien
no lo tiene claro: hay trabajo para todos. Y no digo más, que se me calienta la
lengua ja, ja, ja.
Llevas en esto ya algún tiempo, ¿puedes decirnos autores para los
que has trabajado o es secreto profesional?
No es ningún secreto. De hecho, en mi
página web están sus libros y sus opiniones. Son muchos y no quiero desmerecer
a ninguno, así que mejor daos una vuelta por Deletréame y lo descubrís.
Y de los proyectos futuros,
¿puedes comentarnos algo? Venga, ponnos los dientes largos.
Ahora mismo estoy trabajando a pleno
rendimiento con autores que quieren presentar sus novelas al Premio Literario
Amazon. ¿Último libro entregado? Storm, de Rose Gate. ¿En qué estoy
trabajando ahora mismo? Double Trouble, de Sara Halley y Martin McCoy.
¿Cómo ves el
panorama editorial ahora en España?
¿Es una pregunta trampa? Ja, ja, ja.
Pues hay de todo. Hay editoriales que siguen cuidando sus publicaciones para
que lleguen al lector lo mejor posible y hay otras que dejan mucho que desear.
Que una editorial sea grande o pequeña no es relevante a la hora de la calidad
de sus manuscritos. He visto libros de editoriales grandes que han hecho que me
sangren los ojos. El nombre que va en el lomo no implica calidad. La calidad la
da el compromiso del equipo que trabaja para esa editorial, sea grande o pequeña,
conocida o no.
Déjenos usted todas sus redes
sociales para que podamos acosarla bien.
Ay, madre, que me asusto. Podéis
encontrarme en Instagram y en Facebook como Carol RZ Correctora. Ahí es donde
soy yo y suelto lo primero que me pasa por la cabeza. Luego, si queréis conocer
mi faceta profesional, podéis descubrirla en mi web https://deletreame.wixsite.com/carolrzcorrectora
y en sus correspondientes redes sociales (tenéis los enlaces en la web).
Para terminar la entrevista, ¿algo
que quieras comentar y que no se haya tratado en la entrevista?
Creo que me falta darte mi número de
DNI ja, ja, ja.
Muchas gracias por tu tiempo, y
por ofrecerme la oportunidad de entrevistarte.
Gracias a ti por querer conocerme un
poquito más. Es la primera vez que me entrevistan, espero no haberos aburrido
demasiado. Ha sido un placer. ¡Nos vemos en las redes!