Arnold la vio cerrar los ojos y se temió que no fuera a perdonarle nunca aquella acusación. Consideró la posibilidad de continuar el recorrido de su cuerpo, no obstante, optó por dejar las manos donde las tenía. Solo su dedo pulgar acarició la mandíbula mientras le preguntaba si se encontraba bien. Percibía un ligero temblor en sus labios entreabiertos, que le atraían como un imán. Al final, sucumbió a aquel deseo incontrolable que lo consumía desde tiempos inmemoriales, multiplicado por cien desde que había vuelto a verla.
Apoyó su boca sobre la de ella con la única intención de comprobar si era tan suave como parecía. Una ligera presión, nada más y se retiraría. El propósito resultó fallido en cuanto sintió el calor y la humedad que desprendía. Quería un poco más, así que volvió a probarla, esa vez deslizándola por la piel sonrosada. Un segundo más y la dejaría ir. Se engañaba a sí mismo y lo sabía. No podía parar. La rodeó por la cintura con el brazo libre y redujo el mínimo espacio que los separaba. La lengua entró en el juego. También quería probar su sabor. Y todo explotó.
El cuerpo de Irina se puso en movimiento. Los brazos le rodearon el cuello y sus manos se apoyaron en la nuca. Un montón de sensaciones estallaban aquí y allá. Sus labios devoraron los de ella que se dejó invadir sin reparo.
Ella creyó desmayarse cuando los labios de Arnold se posaron sobre los suyos. Volvió a cerrar los ojos, esa vez para atesorar cada beso, cada roce y se dejó llevar. Estaba pegada al cuerpo del hombre objeto de sus sueños y él se mostraba encantado.
El sonido de la puerta principal al abrirse y volverse a cerrar les devolvió a la realidad. Una realidad para la que no estaban preparados. Se vivía mucho mejor en el mundo de los sentidos y los sueños.
viernes, 21 de agosto de 2015
Besos de libro #70 El palacio de invierno (I)
Etiquetas:
Besos de libro,
El palacio de invierno,
Menchu Garcerán,
Versátil
Alquimista en constante busqueda de la piedra filosofal en libros, series de TV y películas. En algún momento caerá y tendré todo el tiempo del mundo para leer.
11 comentarios:
Los comentarios aparecerán después de la moderación. Déjame uno para saber qué te ha parecido la entrada. Gracias por tu contribución con la que cree este blog. Por favor, no hagas SPAM ni pongas enlaces a tu blog. Si me dejas un comentario te lo devuelvo en el tuyo. Nadie está solo no se hace responsable de los comentarios vertidos por los usuarios, tampoco de los enlaces externos que puedan dejar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Que bonito *-*
ResponderEliminarEl libro me pareció entretenido sin mas pero si es verdad que los encuentros entre ellos me encantaba como estaban descritos
ResponderEliminarBesos
Muy bonito, como siempre. Esas escenas me encantan ^^
ResponderEliminarMe gusta, pero el libro me tira para atrás, no se jaajaja aun no he decidido si quiero leerlo ains...
ResponderEliminarUn beso muy bonito *.*^
ResponderEliminarun beesito pa tiii
Hola! Nos ha encantado, un beso precioso!
ResponderEliminarUn besazo!! ^^
hola gracias de nuevo por estos extractos otra novela que no conocía chao
ResponderEliminarNo conozco el libro pero la escena está bien :P
ResponderEliminarBesitos ^^
Qué bonita es esta escena! El libro no lo he leído, pero si es así todo el libro valdría la pena leerlo :) Un saludo! ♥
ResponderEliminarMuy lindo <3
ResponderEliminarHola!!! muy bonito fragmento, el libro no lo conocia, pero tal vez lo busque, a ver que tal esta.
ResponderEliminarUn abrazo