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viernes, 4 de septiembre de 2015

Besos de libro #72 Cruzando los límites (I)


Caleb acortó la distancia entre ellos y la tomó por la cintura con firmeza, apretándola contra él. Su larga melena húmeda le hizo cosquillas en el brazo y su olor lo envolvió de arriba abajo.
—Deja de hacerte la dura conmigo, Sav. No te funciona —susurró con la cara a milímetros de la de ella. Su tono era grave y estaba cargado de frustración—. Aquí no tienes que fingir, solo estoy yo, ¿vale?

—No estoy fingiendo. No confío en ti —susurró, perdiéndose en el brillo de aquellos ojos que se la bebían.
—Está bien. Dime que me vaya y no volverás a verme —la retó Caleb, inclinándose un poco más sobre ella mientras su pecho subía y bajaba muy rápido.
Savannah abrió la boca para contestar, pero no pudo. Estaba atrapada en aquellos ojos oscuros y maliciosos, y su aliento sobre el rostro no la dejaba pensar. Se mordió el labio hasta hacerse daño.
—No hagas eso —musitó él con una advertencia en los ojos.
—¿El qué? —Se humedeció los labios resecos.
—¡Joder, eso! —gimió Caleb con la respiración acelerada.
La agarró por el cuello y la besó en la boca, anhelante, intenso y lleno de pasión. La atrajo con firmeza hacia él. Entreabrió los labios y su lengua rozó los de ella, incitándola a abrir la boca. Ella separó los labios con un gemido y se estremeció cuando él la tomó por completo, incapaz de pensar, solo consciente de su sabor. Su lengua la provocaba y la saboreaba con avidez, mientras la apretaba contra sus caderas. La besó con más fuerza, exigiendo la respuesta que estaba provocando en ella.
Asustada y excitada, Savannah dejó de contenerse. Sus manos se movieron con vida propia, deslizándose por sus bíceps. Le recorrieron los hombros, el cuello y se enredaron en su pelo. Emitió un profundo gemido y contuvo el aliento un segundo. Su pecho subía y bajaba cada vez más rápido, sorprendida de su propia respuesta. La toalla continuaba en su sitio porque la presión entre sus cuerpos no la dejaba caer. Él aflojó un poco y convirtió el beso en un baile lento y mucho más profundo. Dios, nunca la habían besado así. Susurró su nombre con un quejido cuando él le mordió el labio inferior y volvió a sumergirse en su boca con una pereza premeditada que le aflojó todas las articulaciones. Los besos se tornaron más lentos hasta que rompieron el contacto por la falta de aire.
Caleb la miró a los ojos, pero ella aún los mantenía cerrados.
—Mírame —susurró con un jadeo, y le lamió el labio inferior.
Ella obedeció y el fuego que encontró en sus pupilas hizo que su cuerpo ardiera. Él esbozó una sonrisa.
—Creí que nunca dabas el primer beso —dijo Savannah con la voz entrecortada.
Caleb tragó saliva, demasiado excitado. No podía apartar la vista de sus labios, ahora un poco hinchados y enrojecidos. Savannah le estaba robando el control y el alma, que ya estaba condenada al infierno solo por los pensamientos que le enloquecían la mente. Lo siguiente podría ser el corazón; tenía que andarse con cuidado en ese sentido.
—Yo también, pero parece que contigo no dejo de cruzar mis propios límites —contestó.
Deslizó la mano hasta su nuca y la enredó en su larga melena. Con un suave tirón la obligó a mostrarle el cuello. Se inclinó y le besó la garganta, ascendiendo hasta su oreja. Le atrapó el lóbulo con los dientes.
Ella se estremeció y todo su cuerpo se tensó con expectación al sentir su lengua en la piel, trazando un sendero de sensaciones hacia la clavícula.
—Eres deliciosa, Sav —susurró, erizándole la piel con el aliento.
Savannah apretó los párpados. Él sabía perfectamente lo que estaba haciendo, lo que provocaba en ella con esos gestos. Lo miró a los ojos. No era la única que se moría de deseo.
Caleb tenía el cuerpo rígido mientras la oprimía con fuerza contra él. Emitió un trémulo suspiro, con los dedos de su mano jugueteando con el borde de la toalla. Deslizó la mano por su muslo desnudo hasta el lugar donde se unía a su trasero y lo apretó con fuerza. Cerró los ojos un instante, reuniendo la escasa voluntad que le quedaba para apartarse de ella.

Cruzando los límitesMaría Martínez

20 comentarios:

  1. Me encantó la novela, no esperaba que me fuese a gustar tanto :)

    Besos

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  2. Vaya... desde que he empezado a leer no he podido parar. Muy intenso y excitante. Muy bien descrito... me ha encantado!!!! Como te digo siempre, me encanta esta sección, súper original!! ^^

    Un beso!

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  3. Hola^^
    Me ha gustado mucho el beso y que ganas tengo de leer el libro >_<
    besos!

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  4. Me ha encantado este fragmento, y eso que no me llama mucho el libro...

    Un saludo!

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  5. Adoro esta sección, hace que den ganas de leer dicho libro.

    Besos =)

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  6. ¡¡Esta novela es estupenda!! Y este beso, al igual que todos los que se dan, esta escrito para que se te meta en la piel, me encanta!
    Deseando leer su siguiente libro ;)
    Bicos!

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  7. Me ha precido un beso muy boniiiito (L)
    un besote

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  8. me encanta!!! tengo que leer este libro... algún día pronto!!!!!!!!
    un besote!!!!

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  9. Hellooooo¡¡
    Muy bonito beso¡¡¡ hay que darle una oportunidad¡¡¡
    besos¡¡¡¡

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  10. Este libro lo leeré pronto, me gusta el párrafo :P

    Besooooos ^^

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  11. Lo tengo pendiente y será una de mis próximas lecturas asique no lo leo >.<
    <3

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  12. Pues nada, otro a la lista jajaj será posible...

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  13. Hola! Nos acordamos perfectamente de este beso, que bonitoooo!!

    Un besazo!! ^^

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  14. Vaya!!! Me ha encantado ^^ Tienes reseña de este libro?

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  15. Ohh, qué bonito! Lo tengo pendiente, que lo anterior que leí de María Martínez me gustó mucho y de esta novela he leído muuuy buenas críticas!

    ¡Besos!

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