Busco el móvil en el bolso
esperando el sonido del motor, pero no llega, en su lugar hay silencio. Un
silencio que, sin saber cómo, logro identificar; no es uno cualquiera. Es esa
clase de silencio que es capaz de parar el tiempo, que te habla, te dice que
algo está a punto de pasar y notas lo intangible del momento: química,
atracción. Siento un calor repentino pero no me atrevo a mirarlo o a preguntar
por qué no arranca. Si lo hiciera rompería el silencio y lo que quiera que le
siga. Me quedo mirando el bolso, petrificada y aguantando la respiración. De
alguna manera consigo dejarlo en los pies y con el corazón revolucionado vuelvo
la cabeza. Me topo con sus ojos verdes y no hacen falta palabras. Desliza su
mano del cambio de marchas a mi pierna y me acaricia sin dejar de mirarme con
intensidad. Mi cuerpo se convierte en un tiovivo de sentimientos que van dando
vueltas en mi interior: euforia, éxtasis, pánico, felicidad, timidez, amor.
Quiero coger su mano y guiarla donde la están reclamando con muchas ganas, pero
el miedo me lo impide, ¿con cuántas chicas mucho más experimentadas que yo ha
estado? A una de ellas ya la he conocido, ¿qué seré yo al lado de ellas?
La otra mano cubre parte de
mi mejilla y con la yema del dedo pulgar me hace cosquillas en los labios
mientras los mira mordiéndose el labio inferior. Me atrae hacia sí suavemente,
nuestras miradas se cruzan un momento y sé que esto es algo de verdad, no es
ningún juego. El tacto de sus labios hace estallar fuegos artificiales en mi
estómago. La otra mano continúa en la pierna y no dejo de pensar que quiero que
me toque, que me desnude, quiero sentirlo en mi interior y nunca he estado tan
segura de algo en mi vida. Dejo entrar su lengua y acaricia la mía con
delicadeza, sabe cómo moverse para que mis ganas de que nuestros cuerpos
desnudos se toquen aumente. Es como si hubiéramos estado saliendo juntos desde
siempre pero no hubiéramos disfrutado el uno del otro y ahora tocara recuperar
el tiempo perdido. Se separa un momento para mirarme de nuevo con esos ojos que
me dicen que está loco por mí, que está enamorado y creo que mi mirada
transmite lo mismo. Nos acercamos más, abrazándonos mientras nos besamos,
notando cómo suben los grados. Quiero recorrer cada centímetro de su piel con
mis dedos. Deslizo mi mano por su torso y estoy a punto de tocarlo cuando se
separa con brusquedad, cortándolo todo de repente.
—¿Qué pasa? —pregunto.
—Me he dejado llevar —dice
mirando el volante.
—Y eso no está mal, ¿no?
—respondo acariciándole el pelo.
Me mira con aire triste.
—No quería que pasara.
—¿Tan pronto me va a hacer daño?
—¿Qué quieres decir?
—Aparto la mano y me recoloco en el asiento. Ha acabado tan de repente que
cuesta creer que hace un momento estuviéramos a punto de llegar al siguiente
nivel.
—Pues que tú deberías estar
con un tío que estudie para arquitecto o alguna mierda así, que le mole a tus
padres y te dé un futuro.
La comprensión me hace
sonreír, me acerco de nuevo hasta que me mira.
—¿Es que no me conoces?
¿Desde cuándo me importa una mierda lo que les guste a mis padres? —Lo beso—.
No me importa estar con un arquitecto, un camarero o un basurero si es la
persona con la que quiero estar —vuelvo a besarlo—. Tampoco influye la familia
que tenga si esa persona me importa —el beso es ahora más largo.
—Joder, Bambina, creo que
aunque quisiera ya no podría estar contigo sin besarte o tocarte.
—Ah, pensaba que íbamos a
jugar a las casitas.
Nuestras risas son
diferentes, no sabría explicar, tienen otra tonalidad como si también hubieran
pasado a otra fase. Me siento encima suyo, de lado, para estar más cerca y me
viene a la mente lo que le dije sobre los momentos dulces y amargos. Está claro
que no existe una felicidad constante pero no me importa haber pasado por todas
esas situaciones amargas si ahora estoy con él. Abrazándolo estoy abrazando ese
contraste que hace olvidarme de todo lo de mi alrededor. Besándolo estoy
besando lo más dulce que he probado en mi vida. Y así nos quedamos durante lo
que me parecen horas, conociendo esa otra parte que nunca nos habíamos atrevido
a explorar. Memorizando la forma de nuestros labios, la complicidad de nuestras
lenguas, lo mucho que cambia nuestro rostro cuando solo está a unos milímetros
de distancia, lo profunda que puede llegar a ser una mirada. Y lo hablamos, nos
contamos cómo nos sentimos y coincidimos que es así como queremos sentirnos a
partir de este momento, aunque eso pueda hacer peligrar nuestra amistad, «vale
la pena» nos susurramos entre beso y beso. «Nos arriesgaremos» repetimos,
riéndonos, tocándonos. La felicidad está en este coche, aquí y ahora.
Qué monos ^^ Me encanta esta sección, y mira que yo no soy muy romanticona para los libros XD
ResponderEliminarUn besoo
ayyy mi beeeeeesucona
ResponderEliminarcomo le gustan los arrumacos
el beso no está mal, aunque no sé si me animaré con el libro
un beeeeeeesote
Recuerdo este beso >.< Fue una historia muy bonita.
ResponderEliminarHola! Muy buen fragmento, me has hecho recordar un poco esta historia, jejeje.
ResponderEliminarBesos!
¡Hola bonita!
ResponderEliminarPrimero que nada agradecerte los comentarios que dejas en mi blog, siento no haberme pasado antes por aquí. Dicho esto, es curioso, pero siempre que vengo por aquí comento en esta sección. Supongo que son los viernes cuando me paso a ver lo que lees xD
Este libro a pesar de que hay tan buenas críticas y que el trozo que has elegido es bonito, no me ha llamado tanto la atención aunque tampoco descartaría leerlo.
Besitos
Lo tengo en mi lista de libros que tengo que leer éste mes, a ver si llego
ResponderEliminarUn besote!
Lo leí hace tiempo, gracias por la escena xD
ResponderEliminarUn besito =)
Ay tú y tus besos!! No lo conocía pero pinta bien, aunque no creo que lo lea ahora tengo mucho pendiente. Besos
ResponderEliminarEste libro no me llamaba especialmente pero después de leer este pedazo me han dado ganas de descubrirlo, jooo es que con escenas así se nota lo mucho que merece la pena.
ResponderEliminarBesos =)
Me ha encantado la escena y la evolución; no he leído el libro pero le echaré un vistazo.
ResponderEliminarUn abrazo,
Nimue
¡Holis! Ay que escena tan bonita *-* Súper beso, me encanta la sección. Besitos, besitos :3
ResponderEliminar¡¡Hola!!
ResponderEliminarLa verdad es que tenia ganas de leerlo pero al leer malas criticas se me han quitado un poco las ganas.. pero no tiene mala pinta
un beso^^
Oh! Qué bonito el fragmento y mira que a priori no me atrae el título pero...
ResponderEliminarBesos
¡Hola!
ResponderEliminarAmé esta parte, incluso cuando hice la reseña del libro me paré a releerla entera. Es preciosa y los dos son tan monos <3
Gracias por mostrarla y hacer que la recuerde de nuevo.
Un beso desde Viajando a otros mundos
PD: Ya tienes una nueva seguidora ;)
Hola Neftis hacía bastante que no nos hacías cómplices de "tus besos" pues el próximo será el cien, ¿ya has pensado algún beso en especial? gracias por compartir.
ResponderEliminaraishhhhhh algún día leeré este libro....
ResponderEliminarbesotes