-¿Qué quieres de mí, Lucas?
Todo. Absolutamente todo lo
que pudiera darme. La quiera a ella y ni siquiera sabía cómo empezar a
decírselo. Así que la obligué a girarse y la besé. Quizás fuera un buen
comienzo o quizás me abofeteara, pero no le iba a permitir que saliera de
aquella habitación sin confesar el tiempo que llevaba esperando por ella.
Pero una vez que empecé no
pude parar. Gimió, sorprendida, y fue como si una descarga me atravesara el
pecho. La alcé en brazos y sus piernas se enredaron en torno a mi cintura. No
podía creer que me estuviera correspondiendo después de tantos meses.
-Tu cumpleaños. Lo
recuerdo. Todo –acerté a decir, mientras recorría la delicada piel de su cuello
con mis labios-. Recuerdo tus gemidos. Recuerdo tu sabor en mi boca. Mierda.
Ari, no he dejado de pensar en ello ni un solo día desde entonces.
La observé, dudando de como
recibiría mi confesión, y el fuego de sus ojos me confirmó que me deseaba en la
misma medida que yo a ella. Su piel ardía bajo mis manos y su respiración no
era más que una serie de jadeos entrecortados.
-Esta vez no pienso dejarte
marchar –me dije a mi mismo.
Dime que bailarás conmigo – Victoria Vílchez
Hola! Como siempre digo, tengo que estrenarme con esta autora. Genial el fragmento!!
ResponderEliminarBesos!
Holaaa, ahhh, gracias por compartir el beso, la verdad que no se me hace familiar el librito, pero se ve que va por buen rumbo ja, ja.
ResponderEliminar¡Beeesos! :3
Hola!
ResponderEliminarEs escena es total amor <3
Besos!
Madreeeeee..... es que los besos de lo personajes de Victoria son siempre puro fuego jijijijij
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