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viernes, 12 de mayo de 2017

Besos de libro #147 La razón eres tú



-Puedes confiar en mí. Lo sabes, ¿verdad?
Apoyó los codos en las rodillas, sujetándose la cabeza entre las manos, y se presionó las sienes. Su malestar era obvio.
-Es que… no sabría por dónde empezar.
-Empieza por donde te apetezca, no te agobies.
-Ya estoy agobiado y aún ni he empezado –habló muy bajito, como para sí mismo. Entonces pude ver en sus labios la fina curva de una sonrisa infeliz.
Él me había ayudado en el pasado estando a mi lado y era el momento de devolvérsela, así que puse mi palma sobre su espalda y la froté para que se tranquilizara. Lo que le ocurría no podía ser tan malo. Se tensó un momento; su cuerpo quedó totalmente paralizado por mi contacto, pero yo ignoré esa reacción y seguí acariciándole la espalda, quería transmitirle tranquilidad.
De pronto se incorporó dándome un susto de muerte, cogió mi cara entre sus manos y, mirándome a los ojos me besó. Fue un beso tierno, cargado de dudas y miedo. Un beso suave y cálido. Un beso dulce y sencillo. Un simple roce de labios. No había desesperación en aquel beso, tampoco connotaciones sexuales. Sus labios ejercieron una mínima presión sobre los míos y… duró un instante. Al retirarse me observó. Había timidez en su mirada, también preocupación y… algo más. ¿Una pregunta implícita?, ¿miedo a un rechazo?, ¿remordimientos? No lo analicé mucho, no pensé demasiado en las consecuencias, no me importó que fuera hermano de quien era. Solo sé que todos mis sentidos reaccionaron a ese beso de una forma irracional y cada una de mis células despertó de su estado de letargo.
Entonces me descubrí a mí misma desando que aquel beso hubiera durado más. Le conocía de siempre, lo sé. Lo consideraba mi amigo, también lo sé. Pero era guapísimo y eso complicaba mucho las cosas. Además, lo que nunca, jamás, hubiera imaginado, es que ese roce de labios me provocaría mariposas en el estómago. De manera que, sin pensarlo dos veces, me apreté contra él y le besé. Quería volver a experimentar esa maravillosa sensación.
El respondió a mi beso y lo hicimos más profundo. Entreabrimos nuestros labios y rozamos nuestras lenguas; al principio tímidamente, permitiendo que se conocieran, después con más confianza. Exploramos nuestras bocas y nos mordimos los labios apasionadamente. Acariciamos nuestros cuerpos, aumentando el calor del momento, y descubrimos la excitación que nos provocaba tocarnos.

La razón eres túAnalí Sangar

5 comentarios:

  1. Hola! No conozco este libro pero el fragmento que nos traes en este besos de libro me ha gustado mucho. Lo buscaré a ver.
    Besos!

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  2. Hola guapa!
    Precioso beso! me dan ganas de leer el libro.

    Besotes!

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  3. Me gusta el quote aunque no conocía el libro :D

    besos!!

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  4. ¡Hellouuuu! Me ha gustado mucho esta parte en concreto y además no conocía el libro así que me pongo a investigas un poco para ver que tal jejejeje ;)
    Muy buena entradaa!!
    Un beso y nos leemos <33

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  5. ¡Hola!
    Como siempre, una entrada genial. Obviamente anotado para buscar más información sobre el libro, ya que no lo conocía. :P

    Un saludo y ¡nos leemos!

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