–Sé lo que quieres saber,
pero antes tengo una pregunta que hacerte. –Luchando contra mi impaciencia, asentí bruscamente con la cabeza. Él volvió a bajar la barbilla, con ese aspecto terriblemente
inocente–. Nunca te han besado, ¿verdad?
–Eso no es asunto tuyo.
–Crucé los brazos mientras Roth esperaba una respuesta–. Creo que es obvio. No
puedo besar a nadie. Ya sabes, todo el asunto de absorber almas hace que sea
difícil.
–No si estás besando a alguien que no tenga alma.
Hice una mueca.
–¿Y por qué querría besar a alguien que no…?
Se movió increíblemente rápido, y ni siquiera tuve oportunidad de reaccionar. Un
segundo estaba a casi un metro de distancia de mí, y al siguiente sus manos me sujetaban suavemente las
mejillas. Me pregunté durante un instante cómo algo tan fuerte y tan letal podía sujetar algo con tanto cuidado, pero
entonces inclinó mi
cabeza hacia atrás y
bajó la
suya. Mi ritmo cardíaco
se volvió
frenético. No iba a besarme. No podía ser…
Me besó.
El roce de sus labios fue
vacilante al principio, un movimiento lento de su boca contra la mía. Cada músculo de mi cuerpo se tensó, pero no me aparté, como debería haber hecho, y Roth produjo un sonido
grave en el fondo de la garganta que hizo que un escalofrío me recorriera la columna. Sus labios
volvieron a acariciar los míos,
mordisqueándolos
y pegándose
a ellos, hasta que se abrieron con un jadeo. Roth profundizó el beso con la lengua, y mis sentidos
se sobrecargaron, ardiendo en todas direcciones. Era todo lo que había imaginado que sería un beso, y aún más. Sublime. Explosivo. El corazón me aleteaba salvajemente, con un
anhelo tan profundo que unos dardos de miedo salieron disparados por mis venas.
–¿Ves? –murmuró con voz ronca, y entonces me soltó, aunque sus dedos siguieron
recorriendo mis mejillas–. Tu vida no se centra en las cosas que no puedes
hacer. Lo importante son las cosas que sí puedes hacer.
–Tienes un piercing en la
lengua –dije, aturdida.
Un destello malvado apareció en su mirada.
–No es el único lugar donde tengo un piercing.
El beso del infierno – Jennifer L. Armentrout
Hola! Me encantó este libro y sobre todo Roth, su forma de ser me sacó muchas sonrisas, jejeje.
ResponderEliminarBesos!
Hola preciosa!
ResponderEliminarMe encanto el beso! que ganas tengo de leer este libro.
−Fantasy Violet−
Besotes! ♥
¡Hola Neftis!
ResponderEliminarSoy nueva seguidora del blog.
Jo, qué cosa más bonita, qué beso tan tierno.. Me enantaría leerlo.
Besos.
Esther
📚 ¡Hola!
ResponderEliminarLeí hace un tiempo este libro y me encantó.. me falta leer la tercera parte que espero darle una oportunidad pronto jeje. Me ha gustado mucho el fragmento del libro.
Un abrazo ✨
Obsesión por la lectura
Ay este fragmento me gustó, ahora mismo estoy con su última página!
ResponderEliminarUn beso!
Hola!! que bueno lo del piercing! ¿dondé tendrá otro? Besos!!
ResponderEliminarQue recuerdos... una pena que ya haya finalizado la trilogía, me hizo disfrutar tantooooo
ResponderEliminarBesos =)