Muy buenas a todos. Ya casi estamos acabando el mes, ya ha llegado el tan querido calor (no por mí, os lo aseguro), el verano ya está aquí y hoy os quiero contar como empecé el mes y mis vacaciones de junio. Que no fue de otra forma que en la feria del libro de Madrid.
Hacía dos años que no podía ir
por unos motivos o por otros y este año he vuelto y me lo he pasado en grande.
Eso sí, mis hombros salieron un poco resentidos por ello, pero no hay sarna con
gusto no pica.
El día 1 de junio lo empecé con
madrugón para poder coger el tren con destino a Madrid. Son unas cuantas
horillas en las que me dio tiempo de terminar ’13 razones para enamorarte’ de
Alice Kellen, libro que me llevaba para las firmas.
Porque me llevé muchos libros en
mi maleta, más que ropa y casi todos volvieron firmados. Incluso me hice en el
bullet un calendario de las firmas a las que quería asistir como bien podéis
ver en la imagen. ¿Veis la cantidad de libros que hay apuntados? Todos los que
están coloreados están firmados.
Ese viernes por la tarde, previo
paso por Primark de Gran Vía donde me compré una mochila divina de la muerte
(entre otras muchas cosas), la amiga con la que fui y yo nos dirigimos al
Retiro para las primeras firmas.
Y la primera fue María Martínez
con sus dos últimos libros. Los demás los tengo firmados de otra vez que pude
coincidir con ella. Fue un encanto y me dejó muy asombrada porque se acordaba
de mí y de mi sección ‘Besos de libro’ del blog. Que encanto de mujer.
La siguiente fue Gema Bonnín, que
me firmó la bilogía de Arena roja que tiene publicada con Nocturna porque los
otros libros no los tengo… todavía.
Una autora a la que tenía muchas
ganas de conocer era Victoria Álvarez. Desde que publicó ‘Tu nombre después de
la lluvia’, libro con el que me enganchó a sus historias, me he ido leyendo
todo lo que ha publicado. Solo me falta por leer ‘La ciudad de las sombras’,
que es una especie de spin-off de la trilogía Dreaming spires, pero, como le
dije a ella misma, hasta que no esté la trilogía publicada al completo no la
empiezo que se cómo le gusta dejar los finales y luego las esperas se hacen muy
largas.
Esta chica es un encantó y me
alegró mucho conocerla. Espero poder coincidir más con ella y con todas las que
conocí ese fin de semana en la feria en realidad.
Con ella terminaba mis firmas del
viernes. Después de eso me fui al hotel a dejar mis libros, que pesaban un
quintal, y a cenar.
El sábado 2 de junio amaneció un día
estupendo. Después de desayunar me fui a la cola de la primera firma del
sábado. Que no era otra que la de Victoria Vílchez. No me llevé todos sus
libros a Madrid porque no me cabían en la maleta, pero me llevé 8 y todos me
los firmó más dos del último que compré allí mismo y que también me los dedicó.
Victoria ya sé que gastaste mucho bolígrafo conmigo, lo siento. La próxima vez
te regalo uno para que me dediques los que me quedan y los que están por venir
porque estoy segura de que habrá más ocasiones. Esa que está de espaldas a la foto es una servidora de ustedes.
Después de Victoria me fui a la
firma de Lola P. Nieva que me dedicó su último libro, ‘La perla de agua’.
Espero poder coincidir otra vez con ella en octubre en Pilas.
A otra firma que le tenía muchas
ganas era a la de Alice Kellen. Me llevé todos los libros que tengo, pero solo
me pudo firmar cuatro y porque una amiga venía conmigo y me firmó dos a mí y
dos a ella después de más de tres horas de cola y de que la pobre tuviera que
seguir firmando en un banco después de que cerraran las casetas a mediodía. En
realidad, esta fue la única cola que hice porque todas las demás no superaron
la media hora de espera. Y en esta hasta me quemé con el sol.
Después de comer se nubló y empezó
a llover una cosa loca. Con unos truenos y de una forma que nos pusimos sopa.
Pero no por eso nos fuimos al hotel, no. Porque todavía me quedaba la firma de
Eva García Sáenz de Urturi, que me dedicó ‘El silencio de la ciudad blanca’. Y
ya de paso le pregunté para cuando el tercero y ya tenemos fecha para principios
de octubre.
Con esta autora terminaba mi
lista de firmas oficiales porque había quedado con Silvia Sancho con la que
estuve hablando un rato muy agradable que se me hizo demasiado corto. Y como no
podía ser de otra forma también me dedicó su libro. Muchas gracias Silvia por
todo, de verdad.
Mi botín de libros firmados ha
sido enorme este año como podéis apreciar en las fotos, por lo que no puedo
estar más contenta. Me hice fotos con todas las autoras que me firmaron, pero
soy muy tímida y me da mucha vergüenza enseñarlas por aquí, así que me las
guardo para mí. En la foto de la izquierda están los libros firmados el viernes y en la de la derecha los del sábado.
A parte de las firmas, pude
conocer (aunque muy brevemente) a Estefanía de Mis libros y otras historias que
me gustan, a Chibiaka. vi a Eva, La reina lectora y poco más. Me hubiera
gustado quedar con más gente, pero las colas y las firmas me reclamaban. Otro
año que vaya intentaré hacerlo de otra forma.
Y también estuve presente en
alguna que otra actividad de las que organizaron para la LitConMadrid pero muy
poco rato porque empezó a diluviar y tuve que buscar refugio.
Mi fin de semana en la feria dio para mucho, pero no para todo lo que me hubiera gustado. Estoy muy contenta de haber podido regresar y ya estoy pensando en el año que viene volver a repetir.
¿Vosotros habéis pasado por la
feria este año?
Que bien que tus autoras favoritas te hayan firmado sus novelas, aunque alguna necesitase un par de bolígrafos, jeje. Besos
ResponderEliminarHola!! madre mia, entre libros que te llevaste para firmar y los que te compraste, el milagro es que sigas teniendo espaldas y hombros :O que pasada las 3 horas de cola para la firma pero el que la sigue la consige. Besos!!
ResponderEliminarAdmítelo, no fuiste a la feria del libro, fuiste a la guerra, si tenías un plan de ataque. Hay gente que conquista un país con menos planificación. Eso sí que es organización y lo demás es tontería.
ResponderEliminarNeftis, por tu salud te recomiendo que no pase tanto año entre firma y firma, porque acumulas muchos libros y luego tu espalda se resiente. Porque menudo botín con el que te has hecho.
Un besazo