El profesor de baile de la señorita Seymour - Eleanor Rigby

Sinopsis

Romola Seymour tiene los mismos objetivos que una joven de su edad y condición: perfilar sus modales para convertirse en una dama, y encontrar un marido en Londres. Y, si bien sus rarezas y falta de habilidad van en contra de ella, no será esto lo que trunque su idea de compromiso, sino un hombre particular.

Edward Hastings no solo se ve obligado a trabajar como profesor sustituto en la Escuela de Señoritas de lady Acton, sino que, encima, debe lidiar con lo que despierta en él una de sus alumnas: el deseo de volver a ser el muchacho que fue. Ese espíritu enamoradizo que perdió a la vez que la inspiración musical, y que solamente podrá recuperar si acepta sus sentimientos a tiempo.

¿Conseguirá hacerlo antes de que otro se adelante?

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Por segundo mes consecutivo, he vuelto a Minstrel Valley para poder conocer de primera mano la evolución de esta academia o escuela de señoritas para convertirlas en damas selectas. Ya en el final del libro anterior pudimos entrever cual sería la protagonista de este segundo libro.

Así para empezar, os voy a decir que me ha gustado mucho más que el primero. He disfrutado con el cruce de comentarios de nuestros protagonistas. Entre ellos hay mucha química que se manifiesta desde el primer encuentro que tienen en los jardines de la escuela.

Lo que más me ha gustado es que se cambien las tornas en el rol de los personajes (más o menos) en el carácter y en las actitudes. A ver si consigo explicar lo que quiero decir.

Han pasado dos años desde el final del libro anterior cuando Molly llega a la academia siendo así la primera alumna. Molly es diminutivo de Romola, nombre que le endosan en honor a uno de los fundadores de Roma. Ahí es nada. Con este nombre ya estaba predestinada a ser una sabionda y si, además, tiene un padre que la anima a ello, más todavía. Le gusta leer cualquier cosa, le pirra una excavación e ir de viaje exploratorio donde se tercie. También es muy torpe, pero ella no lo esconde, sino que lo cuenta como un hecho empírico. Y, a pesar de su carácter, se siente insegura precisamente por su torpeza y piensa que no va a salir del colegio nunca por no estar bien preparada. Sus temas de conversación no son los más apropiados para una señorita de la época.

Por el lado masculino tenemos a Edward que es introvertido y tímido. Y, además, arrastra una amargura por cosas de su pasado no muy lejano de la que no puede ni quiere deshacerse. Se escandaliza cuando habla con Molly por sus temas de conversación. Lo que me he divertido con estas conversaciones no tiene precio.

Cuando los dos se encuentran, los choques tienen como resultado unos diálogos chispeantes llenos de química. A lo largo del mes que dura la acción del libro se irán conociendo, acercando y enamorando, aunque ellos se lo nieguen. La chispa surge desde el principio y no hace más que aumentar a lo largo del libro.

Desde que vi la portada sabía que me iba a gustar, pero no intuía que tanto. Me ha resultado muy difícil hacer parones en la lectura porque desde el principio me metí en la historia y quería saber más de la evolución de esta relación.

El libro está narrado en tercera persona y en pasado, pero teniendo como referencia a la hora de contarnos la historia los puntos de vista tanto de Molly como de Edward.

El profesor de baile de la señorita Seymour ha sido una lectura que he disfrutado mucho, con la que me lo he pasado genial y que me deja con muchas ganas de volver a Minstrel Valley. La espera no va ser muy larga ya que en menos de un mes tenemos nueva entrega. Los personajes se salen del canon que se espera para la época de la regencia inglesa es otro aliciente de lectura. Tanto personajes como ambientación como narración hacen que leer este libro haya sido una gozada.

¿Lo conocíais?

¿Lo habéis leído? ¿Os llama la atención?

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Libros anteriores:

→ Si me lo pide el corazón - Bethany Bells