Una corte de niebla y furia - Sarah J. Maas

Sinopsis

Feyre es inmortal. deberá reprimir su corazón para salvar un mundo partido en dos. Tras rescatar a su amado Tamlin de la malvada reina Amarantha, Feyre regresa a la Corte Primavera con los poderes de una Alta Fae. Pero no consigue olvidar los crímenes que debió cometer para salvar al pueblo de Tamlin... ni el perverso pacto que cerró con Rhysand, el Alto Lord de la temible Corte Noche. Mientras Feyre es arrastrada hacia el interior de la oscura red política y pasional de Rhysand, una guerra inminente acecha y un mal mucho más peligroso que cualquier reina amenaza con destruir todo lo que Feyre alguna vez intentó proteger. Ella deberá entonces enfrentarse a su pasado, aceptar sus nuevos dones y decidir su futuro.

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Antes que nada, quiero avisar que la sinopsis tiene spoilers del primer libro. ¿Por qué hacen las editoriales estas cosas? Porque ya la primera frase lo es y yo la leí cuando iba por la mitad del primer libro. La reseña intentaré hacerla sin ellos.

Han pasado unos meses desde el final de Una corte de rosas y espinas y vemos la vida de Feyre en la Corte Primavera y cómo le han afectados todos los hechos, las pruebas y todo por lo que tuvo que pasar en Bajo la Montaña. Y hasta aquí voy a contar.

El argumento de esta segunda parte me ha gustado mucho, incluso más que el del primer libro. Hay más acción, intrigas, secretos, conspiraciones, alianzas y esta Rhysand más presente en todo el libro. Pero de él hablaré más adelante.

Una cosa que no me ha gustado, la única creo yo de este libro, es lo que ha hecho Sarah J. Maas con el personaje de Tamlin y cómo se lo ha cargado con lo que me gustaba en el primer libro, sobre todo en la primera parte y antes de Bajo la Montaña. No es justo que le haga lo que le ha hecho porque cuando lo conocí y antes de que apareciera Rhysand, mi comentario era que mucho tenía que mejorar para superar a Tamlin. Y no creo que hiciera falta todo esto para que nos decantáramos por Rhysand en este ‘triángulo amoroso’ porque él solo se basta y se sobra para conseguir este logro.

Una corte de niebla y furia vuelve a estar narrado en su totalidad por Feyre en primera persona y en pasado. Es a través de ella que vivimos los hechos que se desencadenan en esta segunda parte y es a través de ella que vamos a poder conocer a Rhysand en todo su esplendor.

Porque sí, es él, Rhysand, el protagonista absoluto de este libro. Es la mente pensante, el que quiere salvar Prythian, salvar a los suyos. Es un personaje que me ha conquistado totalmente en este libro y que espero que en el tercero se consolide. Es irónico, sarcástico, apasionado, inteligente y muy poderoso por no hablar de lo guapo que es según las descripciones de su autora y de los pensamientos de Feyre. Su evolución en este libro ha sido bestial y, además, podemos conocer su historia, aunque conociendo a la autora seguro que se ha dejado algo para la tercera parte.

Feyre también me ha gustado mucho en este libro. He entendido sus dudas continuas y su lucha interna por sus sentimientos por los dos altos lores. Ha pasado mucho y en poco tiempo el destino le tiene reservado más todavía.

En este libro conoceremos también a personajes nuevos que me han encantado, como Cassian, Mor e incluso el callado e introvertido Azriel. Hasta Amren con todo el misterio que planea a su alrededor.

Durante gran parte de libro me ha acordado mucho de Obsidian de Jennifer L. Armentrout. No porque los argumentos o personajes sean parecidos que, para nada sino por la tensión no resuelta de los dos protagonistas a lo largo de gran parte del libro. Y es precisamente el tonteo entre Rhysando y Feyre el que hace de catalizador para querer seguir leyendo porque hay tanta química entre los protagonistas de esa chispeante que lo único que apetece es leer otro capítulo más, y otro y otro y otro hasta acabar el libro.

Este es un libro largo que me he leído en menos de una semana y los amigos con los que lo ‘he leído’ en una lectura conjunta me quieren matar porque el primer día ya me leí 20 capítulos del tirón. Pero tenía que aprovechar el día libre que tenía y una vez metida en la historia me fue muy difícil dejarla de lado.

Porque este libro es de esos que te pones a leer y dices esa famosa mentira de los lectores: ‘un capítulo más y lo dejo’ pero te lees más de diez, de los que cuando no estás leyendo tienes el run-run en la cabeza recordando lo que has leído y haciendo conjeturas con lo que va a venir y de los que estas deseando retomar para darte un atracón. La puntuación es un 5 rotundo después de haberle dado un 4, pero se merece la máxima puntuación.

Los capítulos no son muy largos del todo en su mayoría, pero sí que es cierto que algunos son un poco más extensos. Le he encontrado alguna que otra reminiscencia a cuentos de hadas como La casita de chocolate cuando van a ver a La tejedora.

Solo hay una cosa a la que no le encuentro explicación entre estos dos libros y es que en el primero nos dicen que es Tamlin en alto lord más poderoso y en este segundo es Rhysand el más poderoso de todos y de todos los tiempos. Si alguien tiene una explicación que no sea un spoiler del tercero que, por favor, me lo explique. Si en el tercero lo cuentan, basta con que me digáis que siga leyendo la trilogía y lo entenderé.

Lo que está claro es que a la autora le gustan las grandes revelaciones y nos va dejando chinitas en el camino para que cuando lleguemos a ellas todas encajen a la perfección. Si en el primer libro ya me sorprendió el capítulo en el que Feyre se entera de todo (y nosotros a su vez), en este libro no es para menos y con una vuelta de tuerca, Sarah J. Maas me ha vuelto a dejar con la boca abierta porque todo cobra otro sentido y todo encaja en su sitio.

¿Y del final que me decís? Yo os voy a decir, sin spoilers, que me ha dejado de piedra y que ese capítulo pre-final me ha dejado con muchas, muchísimas ganas del tercero.

Internet está lleno de fanarts e ilustraciones preciosas, como esa de Charlie Bowater, de esta saga, pero, cuidado, porque puede haber muchos spoilers en ellas. No me digáis que esta que os dejo aquí no es una preciosidad.

Una corte de niebla y furia es una segunda parte que está a la altura del primer libro incluso superándolo, que no es para nada de transición sino una historia que tiene su evolución y su desarrollo. Que, a pesar de ser tan largo, no se hace para nada pesado ni lento ni aburrido en ningún momento. Y con una pareja protagonista que nos ha regalado momentos de esos que no importa volver a leer una y otra vez.

¿Lo conocíais?

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