Hace una semana estábamos
en el II Encuentro de Literatura Romántica de Pilas. Sí, he vuelto a repetir,
ya que el año pasado me lo pasé genial, así que este año no podía faltar. Y
como en el año anterior, este también fui acompañada por mi pata para estos
eventos que es Analí Sangar, que si no la conocéis es una autora que escribe a
las mil maravillas, que tiene dos libros publicados que están reseñados en el
blog.
Pero vamos a lo que vamos.
Os quería contar no solo lo que fue el encuentro en sí con sus mesas y las
firmas de los autores, porque llegar hasta Pilas parece que se ha convertido en
una odisea para nosotras cada vez que vamos.
Os cuento. El viaje desde
Almería a Sevilla en tren ya es una odisea en sí, con trasbordo en Granada a un
autobús porque las obras del AVE todavía no han finalizado (y no se sabe cuándo
lo harán) para llegar a Granada. El caso es que allí todos los viajeros se
tienen que montar en el autobús hasta Antequera, donde hay que volver a
montarse en un tren hasta Sevilla. Este viajecillo son cinco horillas (más o
menos y si no lleva retraso el tren) de nada. Ironía modo on.
Al llegar a la estación de
autobuses de Sevilla, para coger el que nos llevaría a Pilas, nos enteramos de
que el último había salido muchas horas antes y que ya no había. En ese momento
tuvimos un deja-vù con el año pasado, porque nos pasó algo parecido, solo que
en aquel caso fue culpa de Renfe. Íbamos tan confiadas porque Analí había
llamado por teléfono a la compañía para asegurarse que teníamos combinación
hasta Pilas.
¿Conocéis el blablacar?
Pues en ese momento fue cuando nosotras conocimos a BlablaFran. ¡Madre mía cómo
hablaba este hombre! Y os preguntaréis, ¿quién es este Fran? Pues es un señor…
Sí, vamos a dejarlo en señor, que nos escuchó preguntar por el autobús y se
ofreció a llevarnos y dejarnos en la puerta del hostal en que nos hospedábamos en
35 minutos y por el módico precio de 60€. Como no nos quedaba más alternativa,
después de agotar todas las posibilidades, aceptamos el amable ofrecimiento.
El viaje en ese coche
desde Plaza de Armas hasta el hostal fue lo más surrealista que os podáis imaginar,
con este señor pendiente del gps del móvil y hablando con nosotras que íbamos
las dos atrás. A una rotonda creo que le dimos tres vueltas seguidas a mucha
velocidad. Se perdió varias veces, y un viaje que nos aseguró que sería de poco
más de media hora, se convirtió en más de una. Cuando llegamos no nos lo
podíamos creer. Y llegamos gracias a la amabilidad de unos chicos que nos
guiaron con su coche hasta el sitio en cuestión, porque este perla no sabía ni
dónde estaba el volante de su coche. Lo que nos reímos en ese coche de los
nervios que llevábamos, y del cabreo también porque nos engañaron con el
horario de los autobuses, no tiene precio. Pero llegamos. No puedo asegurar que
Fran haya salido de Pilas o que aún siga dando vueltas por allí buscando como
llegar a Sevilla.
El sábado por la mañana
habíamos quedado con Sara Halley, Marien F. Sabariego y Bea Ortega, que
llegaban esa misma mañana, y nos fuimos a recoger nuestras acreditaciones. Este
año la bolsa que nos dieron de regalo iba bien cargada, con dos libros: uno de
Suma de letras y otro de PlazaJanés, además de marcapáginas y más cosillas.
El programa de las mesas
os lo dejo en la foto:
La presentación y el café
con Lola P. Nieva nos lo perdimos porque estábamos desayunando y se nos hizo un
poco tarde. Y es una pena porque nos comentaron que estuvo muy bien.
Fue en la Casa de cultura,
lugar donde tuvieron lugar todos los eventos del sábado, donde pudimos
reencontrarnos con Elena Garquin y Calista Sweet y poder saludar a más gente.
Elena, ya sabes que me encanta comentar, debatir y charlar largo y tendido
contigo. Y mucho más leer tus libros, así que miedos fuera.
¿Vosotros sabéis el
gustazo que es estar presente en las mesas y poderlas comentar con autoras de
las que lo has leído todo? Eso no tiene precio.
Las mesas estuvieron muy
interesantes todas, en las que se debatieron muchos temas, incluso más de los
que había propuestos. Y en alguna, incluso, con un poco de polémica por
diferentes puntos de vista. Y entre una y otra había sorteo de libros. Creo que
todos los asistentes nos fuimos de allí con algún premio.
Este año no me he traído
ningún libro firmando porque de las autoras que iban y que tengo los libros ya
los tengo dedicados.
Después de la mesa de
firmas de las autoras, teníamos la cena que entraba también en los eventos del
encuentro. Una cena con mucha comida y muy rica en un sitio muy chulo y en muy
buena compañía.
Fue un fin de semana de
risas, confidencias, charlas muy interesantes, de poder reencontrarse con gente
que solo puedes ver en este tipo de eventos y de pasárselo muy bien. Chapó por
la organización porque le ha salido todo de lujo y si hay un III Encuentro,
allí que intentaremos ir.
Y ahora, le cedo la
palabra a Analí, que os quiere comentar unas cosillas.
¿Hola? ¡¿Hola?!
Neftis, ¿estás ahí?
En fin… espero que me
perdones esta intromisión, pero me gustaría añadir a tu crónica algunas
anécdotas, si no importantes, al menos simpáticas. Te prometo que intentaré ser
breve.
Has hablado de nuestra
odisea para llegar al hostal, aunque se te ha olvidado comentar que entramos
introduciendo un código de seguridad como si fuese la mansión de Batman. Sí,
nadie nos esperaba en recepción a esas horas; claro que la visita turística que
Fran nos hizo por Sevilla quizá tenga la culpa de esto, no estoy segura. De lo
que Fran no es culpable es de las extremas temperaturas de la habitación. A
ver, ¿cómo es posible que la primera noche durmiésemos en el centro de la
tierra y la segunda en el Polo Norte? Y no, no había reguladores de temperatura
ni interruptor de apagado y encendido, a excepción del de la lámpara del techo.
Pues eso, que un bikini y un plumón no nos habrían venido nada mal, y juro que
no exagero.
Ahora voy a la noche de la
cena, esa fantástica noche. Neftis no ha dicho que tras esta nos fuimos a
tomarnos una última copa en muy grata compañía, y no penséis mal: Calista,
Sara, Marien y Bea nos acompañaban. Pues bien, mientras buscábamos un sitio
donde ponerle la guinda a la noche, nos topamos con un chico con el torso
desnudo (que sepamos solo eso, porque la vista no nos alcanzaba a más) en el
interior de un coche. El pobre no se echó a llorar del susto que le dimos de
milagro, aunque me atrevería a afirmar que bloqueó las puertas por precaución;
y eso que desconocía nuestra afición por la romántica adulta, que si no…. Pero
es que no imagináis la cara que se le quedó cuando seis pares de ojos cayeron
sobre él. Para haberlo grabado de no considerarse un delito.
Pasada la calle del chico
del torso, por fin llegamos al pub, y, joder, hasta había un famoso en la
puerta; o tal vez fuera algún familiar suyo, no nos quedó claro. El caso es que
terminamos sentadas en una mesita alta, al aire libre, en el bar que había
justo al lado. Ese fue para mí el momento cumbre, aderezado con risas,
confidencias y bromas compartidas; a Neftis incluso llegó a salírsele la bebida
por la nariz cuando alguien hizo referencia al Mocito Feliz, no digo más.
No puedo omitir revelar
que nuestra aventura finalizó por la persecución a la que nos sometió un grillo
o una cucaracha. A día de hoy sigue siendo una incógnita, pese a que nos hizo
saltar como canguros. ¡Menudas cagonas estamos hechas!
Son estos momentos, además
de otros que Neftis ha referido, los que se atesoran en la memoria y, pasen los
años que pasen, siempre te sacan una sonrisa. Así que… hasta el año que viene,
Pilas.
Gracias por cederme un
espacio en tu blog para contar una de nuestras muchas historias compartidas.
I love you, y lo sabes.
Si habéis llegado hasta aquí
gracias y enhorabuena, menudo aguante porque vaya testamento que nos ha salido. Espero que
os lo hayáis pasado tan bien leyéndolo como nosotras escribiéndolo y viviéndolo.
Esperemos que el año que viene, más y mejor, pero sin BlablaFran.
PD: Las fotos (menos la de los libros con la bolsa de las acreditaciones, que es mía) las he cogido de acá y allá, que me perdonen sus dueñas :P
PD: Las fotos (menos la de los libros con la bolsa de las acreditaciones, que es mía) las he cogido de acá y allá, que me perdonen sus dueñas :P
Gracias por la crónica del evento...y de vuestra Odisea particular para llegar, jaja!!
ResponderEliminarEstos eventos siempre son geniales y sí, comentar con nuestras queridas escritoras aspectos de sus novelas y en general, de todas, es fantástico.
Eso...y esas bolsitas que nos entregan en la entrada, junto las acreditaciones, y que tanto nos gustan.
Gracias a ambas por la entrada. Besos!
Lo que he podido reírme con el chico del torso desnudo, el grillo y la cucaracha!!! Esa parte no la conocía, jajajaja 🤣🤣🤣🤣
ResponderEliminarObaOj haya un tercero y más, porque ha sido fantástico reencontrarme con vosotras. Besazos y gracias por la entrada!!
¡Hola!
ResponderEliminarNo me extraña que hayas repetido. Si se hiciesen eventos literarios así cerca de donde yo vivo (desplazarme es un poco complicado), también iría porque seguro que me lo paso genial. Toda una odisea la vuestra, con ese señor que se ofreció a llevaros en coche. Al menos todo quedó en una anécdota graciosa. Me alegro de que lo pasaras tan bien :)
Besos gatunos!
Os quiero mucho, mi querido duo almeriense!!
ResponderEliminarSólo hace una semana, pero ya tengo ganas de repetir. Hasta pronto!!! ����
¡Ay, Elena Garquin!, cómo me habría gustado que nos acompañaras el ratito de la copa. Fue maravilloso, de verdad.
ResponderEliminarSara Halley, yo también te quiero un huevo... Bueno, un huevo y medio 😘
Holaa, qué genial que hayas disfrutado tanto el evento, de veras que me dan un montón de ganas de vivir en un sitio donde haya más eventos así, en fin, que se lo pasaron muy bien, me alegro :D
ResponderEliminar¡Beesos! :3
¡Hola!
ResponderEliminar¡Me encanta la idea de este tipo de eventos! Por desgracia vivo demasiado lejos y nunca he podido ir a ninguno.
Veo que vosotras vivisteis toda una aventura para llegar pero mereció porque el evento parece genial :D
Besos
Hola ^^
ResponderEliminarAinsss con lo que me gustan a mi estos encuentros, que pena no poder ir a alguno jeje cuando tengo tiempo no tengo dinero y cuando tengo dinero como estoy trabajando no puedo ir manda huevos ajjaja así me los pierdo todos menos lo de Madrid que por narices voy aunque sea al salir de trabajar xD
Gracias por la crónica, viene bien para las que nunca podemos ir a estas cosas jeje
ResponderEliminarUn beso!
¿Me estáis diciendo que me he perdido lo más interesante del encuentro? ¡¡¡Pobre grillo!!! jajaja ;)
ResponderEliminarMuchas, pero muchas gracias por la crónica, no sabía que habían pasado una epopeya, pero es que yo estaba tras bambalinas.... aysss
ResponderEliminarPor lo menos lo han pasado bien, se han reencontrado con mucha gente y ¡Se ha comido de maravilla!
Un bes💕