—Sígueme la corriente.
A continuación, hice lo que llevaba días queriendo hacer: la besé.
No fue algo impetuoso por lo inesperado, ni fogoso por lo necesario. Solo
puse nuestros labios en contacto. Los de Álex se abrieron completamente
sorprendidos, mientras yo le mordisqueé el inferior para advertirle que no se
apartara. Fue el único movimiento que ella realizó, al menos con el primer
contacto. Con el segundo, su agarrotamiento desapareció como por arte de magia.
Moví la boca, rezando para que reaccionara de alguna manera. Y lo hizo.
Vaya si lo hizo. Poco a poco, levantó las manos para apoyarlas en mis hombros.
Las sentí allí casi al mismo tiempo que ella emitía un suspiro casi inaudible.
Pasé la lengua por sus labios con lentitud, como si estuviera lamiendo un
helado medio derretido. Eran delicados, dulces, jugosos, tal y como los había
imaginado. Húmedos, pero no lo suficiente, así que se los succioné con el mismo
cuidado empleado momentos antes.
Se pegó a mí tan de repente que le sujeté la cara con más contundencia para
asegurarme de que el movimiento era voluntario y no provocado por algún mareo
de origen desconocido.
Pero no. Ella parecía tener los pies muy bien puestos en el suelo, al
contrario que yo.
—Álex…
Llévame a la luna – Elena Garquin
Hola. No conozco el libro pero el beso me ha gustado mucho, así que lo voy a buscar *-*
ResponderEliminarUn besote!
Siempre te lo digo, pero me encanta esta sección
ResponderEliminarBesos
hola,
ResponderEliminaraun no he leido este libro y le tengo ganas. A ver si lo consigo y me pongo con el
Gracias por el fragmento
Besotessssssssssssss