El laird
Kieran OʹHara y sus guerreros son atacados por unos villanos mientras pernoctan
en el bosque cercano al castillo de Caerlaveroch, pero una misteriosa banda de
encapuchados, liderados por una mujer a la que los aldeanos llaman «Hada»,
consigue salvarlos. Angela es la menor de las hijas del laird Kubrat Fergu son.
Todo el mundo cree que es una muchacha débil, temerosa de los caballos y que
tiembla ante el acero. Cuando Kieran la conoce, la actitud tímida de la joven,
su torpeza y su sentido del pudor ante su caballerosidad y galantería llaman su
atención, sin saber que aquélla es la encapuchada a la que anda buscando.
Juntos conseguirán desenmascarar al codicioso cuñado de Angela, Cedric Steward,
quien ha tramado un plan terrible que cambiará para siempre el futuro de los
habitantes del castillo de Caerlaveroch.
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Este es el
tercer libro de la saga Las guerreras Maxwell que empezó con Deseo concedido y
continuó con Desde donde se domine la llanura.
Pero como suele ocurrir en las sagas románticas son historias cerradas y en cada libro los protagonistas son distintos.
En este caso le toca el turno a Kieran, uno de los amigos de Duncan y Niall. En Siempre te encontraré le toca caer en la marmita del amor y encontrar a su guerrera.
Con este libro tenia sentimientos encontrados porque, por una parte, tenía muchas ganas de leerlo y por otra me daba miedo debido a los últimos chascos que me he llevado con los libros de Megan Maxwell. De hecho, los de Adivina quién soy no me los he leído y no creo que lo haga. La Megan que más me gusta es la romántica, así que de sus libros eróticos voy a pasar un poco.
Con Siempre te encontraré me he llevado una sorpresa muy grata al reencontrarme con las historias de esta autora que me cautivaron hasta el punto de leer un libro en una tarde. Este tercer libro me ha gustado mucho más que el segundo con diferencia y eso que los personajes de Niall y Gillian como secundarios en Deseo concedido me encantaron. Pero como protagonistas les faltó algo.
Angela y Kieran son dos buenos protagonistas. Luchadores, peleantes, discutidores y hay química entre ellos. A la que no soporto es a la madre de Kieran y eso que los personajes mayores, hasta ahora, siempre me han gustado porque suelen ser entrañables y los primeros que enganchan en el libro. Pero con esta señora no he podido.
A pesar de que me ha gustado mucho, hay un par de cosas que no me han terminado de cuadrar del todo. Una es la edad de Zac, el hermano de Megan, que en el primer libro era un niño y en este es un hombretón hecho y derecho y con experiencia a sus espaldas. Las fechas no se corresponden en los tres libros.
Y la otra cosa que no me ha cuadrado nada ha sido el tema de la alimentación. Que yo sepa, tanto la patata como el azúcar vinieron de América después de su descubrimiento allá por el 1492 y estos highlanders lo tienen en su menú diario estando la historia ambientada casi un siglo antes.
Vale que esta novela no es un ensayo histórico de rigor pero estos detalles hay que cuidarlos. Que lo único que les ha faltado a los personajes es beberse una coca cola fresquita.
A parte de estas cosillas, el libro está muy bien. No aburre en ningún momento y engancha desde el principio.
En definitiva, Siempre te encontraré es un libro muy recomendable con el que encontrarnos con la mejor Megan Maxwell y esperar con ilusión la siguiente aventura de la saga que espero que no tarde mucho porque Zac promete.
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