Al principio no sabía si me estaba besando para que dejara de llorar o si
habría algún otro mensaje. Una forma un poco extraña de hacerlo, pero funcionó.
Dejé de llorar, porque dejé de pensar. Kyler me estaba besando. Después de
tantos años preguntándome cómo sería y de desear que llegara ese momento, y por
fin me estaba besando.
Y fue un beso tan dulce y tierno que se me metió dentro y me robó el
aliento, y después el corazón. Pero Kyler siempre había tenido mi corazón.
Me rozó los labios una vez, y otra. Respiré hondo y le posé las manos en la
cintura. Dejó escapar un sonido grave que me resonó por todo el cuerpo,
provocándome un montón de escalofríos que me resbalaron por la piel. Me besó con
más fuerza, y abandonó mis mejillas para enterrarme las manos en el pelo. Inclinó
la boca al mismo tiempo que me echaba la cabeza hacia atrás y me mordió el
labio inferior para conseguir que abriera la boca.
Se me desbocó el corazón tan rápido que pensé que se me iba a salir del
pecho. Me agarré a la suave tela de su sudadera y se me escapó un gemido cuando
me acarició la lengua con la suya. El beso cada vez era más intenso; nadie me
había besado de esa forma, como si se muriera por mi sabor. Todo me daba vueltas.
Sentí un dolor en mi interior, nacía en mi corazón y se extendía por todo mi
cuerpo como el más dulce de los incendios.
Kyler se retiró y volvió a cogerme las mejillas con las manos. Me rozó los
labios al hablar.
—¿Lo entiendes ahora?
Abrí los ojos, casi no podía respirar.
—¿Entender el qué?
Inclinó la cabeza y alineó nuestros labios una vez más.
—A ti.
—¿A mí?
Me estremecí cuando se rozaron nuestros labios.
—Esto es lo que tú mereces. —Me besó el labio inferior, y entonces pensé
que debía de haberme golpeado la cabeza contra algo y estaba soñando, porque
aquello no podía ser real—. Y esto —añadió dejando resbalar las manos hasta mis
hombros. Me estrechó contra su cuerpo hasta que estuve tan pegada a él que podía
notar hasta el último de sus centímetros—. Tú no mereces lo que querías en la
galería, nena.
Me paseó la lengua por los labios entreabiertos y yo lo besé como había
soñado hacerlo durante tantos años. Rugió agarrándose a mis caderas. Cuando
volvió a levantar la cabeza, estaba jadeando.
—¿Y qué más merezco?
Esbozó una sonrisa de medio lado.
—Todo, nena, lo mereces todo.
Como el hielo – Jennifer L. Armentrout
Me gustan mucho estas entradas
ResponderEliminarUn besito :)
Qué me gustaría leer esta bilogía!! Que bonita escena
ResponderEliminarBesos
Uf, qué poco me gustó este libro, es que no disfruté ni este tipo de escenas xD
ResponderEliminarBesitos =)
hola,
ResponderEliminareste libro lo tengo pendiente, me ha encantado el fragmento
Besotesssssssssssssssss
Hola!
ResponderEliminarEl fragmento me gusta, no tiene mala pinta, no descarto leerlo
Besos ;)
Hola preciosa!
ResponderEliminarGenial el beso, no he leído el libro pero si que quiero hacerlo.
Feliz fin de semana!
❀ Fantasy Violet ❀
Besotes! 💋💋
Holaaaaaaaaaaa!
ResponderEliminarPues que bonito beso. Espero hacerme pronto con el libro, ya que la autora me encanta.
Un besito, nos leemos^^
Que bonito. Aunque no es de mis favoritos, Jennifer sabe como llegarnos al corazón.
ResponderEliminarUn beso